martes, 13 de octubre de 2009

Día de la bici en Camargo (04-10-09).

Al día siguiente de la berrea tenía planeado ir al Maratón de mtb de Castro Urdiales. Se hacía por una zona que conocí hace años haciendo senderismo y tenía ganas de volver, y más en bici. No iba a ir ninguno del grupo de novat@s pero no me importaba ir sola.
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Hubo dos cosas me hicieron cambiar el lugar de pedaleo del domingo:

- La ruta de la berrea fue más dura de lo que esperaba, y al haber sido por la tarde, no sabía en que condiciones iba a estar con tan pocas horas de recuperación. Nunca he hecho dos rutas tan duras y tan seguidas.
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- El mismo día se celebraba el día de la bici de Camargo, y hace tiempo le había prometido a mis sobrinos que iría con ellos. El ver la ilusión de los niños en el día de la bici no tiene precio, al monte siempre podré ir otro día.

Para el próximo año apuntaré en mi agenda la Maratón de Castro como marchas a las que quiero ir, aunque parece dura tiene buena pinta. Y para el próximo año estaré mejor preparada que este.

Este año era el 25 cumpleaños del Día de la bici de Camargo, el más antiguo de toda Cantabria y el que más gente reúne.

Fui con mi hermana, mi cuñado, y mis dos sobrinos; el pequeño acaba de aprender ahora a andar en bici sin ruedines, pero para esta día se los pusimos y mi hermana llevó además la sillita en su bici para cuando se cansará de pedalear.


También estaba el forero Rami con su niña, una preciosa rubita, y su vecino Chuchi también con sus hijos.

Salimos de los últimos y fuimos justo delante del coche escoba, porque con niños pequeños se va más tranquilo y con menos riesgo de caídas. A los 3-4 km el peque se cansó de pedalear y le pasamos a la sillita, y como se supone que yo soy la "profesional" me tocó llevar la bici de mi hermana con el niño detrás.


- Primer problema: no iban los cambios, no subía al plato mediano. Menos mal que con un pequeño ajuste conseguí que cambiara.

- Segundo problema: se me salió la cadena en uno de los "repechos". Con la ayuda de Rami que me sujetó la bici y al niño la conseguí poner.

- Tercer problema: los 18 kilos de mi sobrino. Notaba la bici muy inestable (la falta de costumbre de llevar peso atrás) y las cuestas arriba se hacían demasiado cuesta arriba.

Al final después de 18 km llenos de cuestas llegamos de nuevo a Maliaño, donde nos dieron bolsa de avituallamiento y realizaron un sorteo en el que no nos tocó nada. Esta vez no había camiseta conmemorativa.

* Lo mejor de la ruta: Ver disfrutar a los niños y mayores; y ver rodar a la mujer "menos joven" de la prueba, 78-79 años (no recuerdo bien) y como pedaleaba. Yo de mayor quiero ser como ella.

* Lo peor de la ruta: Las caídas que hubo, especialmente de niños, aunque ninguna de importancia; y de nuevo la cantidad de gente que había sin casco. No entiendo como no se insiste más en su uso en estos eventos.




Un día de la bici para disfrutar con los más peques. Eso si que no tiene precio.

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