TRACK GPS: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=1023960.
INFORMACIÓN BÁSICA:
- Longitud: 31 km.
- Desnivel acumulado de subida: 900 metros
- Dificultad: Moderada. La parte más complicada es la zona del canal, habrá que tener cuidado si se va en bici porque resbala y si se va andando personas que sufren de vértigo pueden pasar un mal rato si van caminando por el borde. En bici hay alguna subida complicada en la que la mayoría tendrá que echar pie a tierra.
El domingo me tocaba caminar, así que en esta ocasión dejé la bici en casa y me fui a la Marcha de Alta Montaña de Guriezo para hacerla andando. Es una ruta que se puede hacer andando, corriendo y en bici, con diferentes horarios de salida según la modalidad. Los "andarines" eramos los más lentos y los más madrugadores, con salida a las 08:00. Cuando sonó el despertador envidié a los ciclistas, que tenían 3 horas más para dormir.
La mañana se levantó con muy mala pinta y ya cuando estábamos llegando a Guriezo comenzó a llover.
Mientras estaba en la cola de las inscripciones empecé a ver que me había equivocado acudiendo a esta marcha, me sentía fuera de sitio. Se veía a la gente super preparada, todos tenían pintas de corredores y corredoras de raid, y mi amiga y yo teniamos pinta de lo que en realidad somos, senderistas domingueras.
Con la inscripción daban una camiseta y una sartén, me resultó curioso, pero es que el evento lo patrocinaba entre otros "Vitrinor", empresa de menaje de cocina con fábrica en Guriezo. Mientras íbamos al coche a dejar la sartén y parte del lastre que llevábamos en las mochilas (la gente iba muy ligera y nosotras parecía que íbamos al camino de Santiago así que decidimos aligerar peso), empezó a diluviar así que para ir todavía más de dominguera cogí un paragúas.
Nada más comenzar la marcha, la gente empezó a andar a gran velocidad. Nosotras a cola de todo aguantando el ritmo a duras penas. Lo conseguimos más o menos los primeros kilómetros, llanos y que discurrían por la orilla de un río, en los cuales no paró de llover.
Pero pronto empezaría la subida al embalse del Juncal, el grupo se fue estirando y nosotras nos fuimos quedando cada vez más rezagadas.
Afortunadamente al empezar a subir dejó de llover, con lo cual pude atar el paraguas a la mochila y sacar la cámara de fotos para hacer un pequeño reportaje de la ruta y que el caminar se me hiciera más ameno.
Hay varias alternativas para subir al Juncal. Hace un año yo había subido todo por pistas, esta vez la subida fue por caminos, alguna trialera y senderos al borde de un canal; una subida muy bonita.
La última parte de la subida era por pista y nos condujo al embalse del Juncal.
Ya desde allí se podía ver en la lejanía nuestro próximo destino, la ermita de las Nieves.
Y allí estaba también el primer avituallamiento, muy completo y variado: productos de bollería, frutas y diferentes bebidas (agua, coca cola, aquarius...). Tenía bastante hambre así que me entretuve más de lo habitual comiendo.
Tras comer reanudamos la marcha, como toda la ruta en último lugar y mientras nos dirigíamos a la zona del canal pensábamos cuanto tardarían en alcanzarnos los marchadores, pues debían de estar saliendo más o menos por aquel entonces.
La zona del canal para mi fue un infierno (hay que ver la cantidad de "infiernos" que estoy sufriendo este año). El canal llevaba agua, resbalaba y no quería mojarme los pies o caerme, así que decidí ir por el borde del canal. Me puse a caminar y enseguida vi que la cosa iba a estar más complicada de lo previsto, había zonas en las que se notaba demasiado la altura y me entraba el "canguelo", me tenía que parar y avanzar muy lentamente. Como vi que había un camino que iba por debajo del canal, bajé y seguí por allí hasta que el camino terminó y sólo quedaba el canal.
Que mal lo pasé, creo que estuve cerca de una hora para hacer los 2 y pico km que debe tener el canal. Además nos empezaron a pasar los primeros corredores lo cual complicaba aún más las cosas por lo estrecho del lugar. La mayoría de los corredores iban por dentro del canal, así que no había problema, pero algunos iban también por el borde del canal como nosotras, y como no nos podía adelantar por allí, entre juramentos y seguramente acordándose pero bien de nosotras, saltaban al interior del canal y se mojaban los pies.
No se veía el fin, se me hizo larguísimo, lo único que desaba era salir de aquella pesadilla de canal. Que alegría cuando lleguamos al final y empezamos a andar por un sendero ya en tierra firme.
Fue en ese sendero donde nos empezaron a adelantar los primeros bikers. Era increíble lo rápido que habían llegado hasta allí. Esta zona también la hicimos muy lenta, pues los ciclistas venían muy rápido, en sendero era muy estrecho y nosotras íbamos todo el rato mirando hacia atrás para apartarnos cuando viniera un ciclista. La verdad es que era un espectáculo verlos, que manejo de la bicicleta a esa velocidad.
Tras salir de la zona de senderos, el segundo avituallamiento, más completo que el anterior si cabe, porque en éste nos ofrecieron hasta sidra.
Después de picar algo seguimos subiendo y bajando, esta vez por pistas, en dirección a la ermita de las Nieves. Numerosos bikers nos fueron adelantando, y yo cada vez que pasaba uno intentando ver si era alguien conocido para hacerle foto.
En una bajada me adelanto Javitxu y otro de sus compañeros de los Pupas, madre mía como bajan, dando saltos. Vamos, igualito, igualito que yo. Mientras se alejaban y ya cuesta arriba aproveché para hacerle alguna foto.
Pronto los andarines y corredores dejamos la pista para subir montaña a través siguiendo las flechas de la organización.
Había un punto de control en la ermita de las Nieves, así que tuvimos que subir hasta allí. Habíamos llegado a la cima a 778 metros y había que dejar constancia de ello con una foto.
Allí en las Nieves, pero sin subir hasta arriba estaba otro avituallamiento en el que también paramos y picamos alguna cosilla, más por gula que por hambre en esta ocasión.
Ya sólo nos quedaba bajar, que pena en estos momentos no haber tenido una bici, nos habíamos plantado en Guriezo en un santiamén.
Nada más empezar la bajada nos adelantó Diego, otro de los Pupas.
Poco a poco fuimos bajando, y poco a poco también nos fueron adelantando más y más ciclistas.
Llegó un momento en el que ya no nos adelantaba nadie con lo cual empezamos a sospechar que íbamos las últimas, sospecha que se confirmó cuando nos adelantó la ambulancia.
A estas alturas ya tenía las piernas cansadas, los pies me dolían, intuía que se estaba formando alguna ampolla y lo único que iba pensando era "¿pero cuándo acabará esto?".
Bajada y más bajada, hasta cerrar el círculo y volver los últimos kilómetros por la zona que ya habíamos pateado por la mañana a la orilla del río.
Y por fin, a las 15:00 horas y tras 7 horas de caminata, cuando ya estaban recogiendo todo, aparecimos nosotras por la meta.
"¿Pero todavía llegáis ahora?", nos preguntaban extrañados. Creo que batimos el record de duración de la marcha. Como recompensa a nuestro último puesto nos dieron otra sartén, que yo creo que fue por no darnos directamente el sartenazo.
Esta vez no volví a casa con trofeo pero si con dos sartenes, seguro que me serán mucho más prácticas.
Y tras acabar la ruta y quitarme las botas, algo para descansar y relajar las patucas, un paseo por la playa de Laredo.
La marcha estuvo bien, pero no creo que la repita andando, demasiada paliza para mi y eso que me la tomé en plan tranquilo y fui todo el rato haciendo fotos. El próximo año en bicicleta, probablemente seguiré llegando la última pero seguro que me canso menos y la bajada final no se me hace tan interminable.
INFORMACIÓN BÁSICA:
- Longitud: 31 km.
- Desnivel acumulado de subida: 900 metros
- Dificultad: Moderada. La parte más complicada es la zona del canal, habrá que tener cuidado si se va en bici porque resbala y si se va andando personas que sufren de vértigo pueden pasar un mal rato si van caminando por el borde. En bici hay alguna subida complicada en la que la mayoría tendrá que echar pie a tierra.
El domingo me tocaba caminar, así que en esta ocasión dejé la bici en casa y me fui a la Marcha de Alta Montaña de Guriezo para hacerla andando. Es una ruta que se puede hacer andando, corriendo y en bici, con diferentes horarios de salida según la modalidad. Los "andarines" eramos los más lentos y los más madrugadores, con salida a las 08:00. Cuando sonó el despertador envidié a los ciclistas, que tenían 3 horas más para dormir.
La mañana se levantó con muy mala pinta y ya cuando estábamos llegando a Guriezo comenzó a llover.
Mientras estaba en la cola de las inscripciones empecé a ver que me había equivocado acudiendo a esta marcha, me sentía fuera de sitio. Se veía a la gente super preparada, todos tenían pintas de corredores y corredoras de raid, y mi amiga y yo teniamos pinta de lo que en realidad somos, senderistas domingueras.
Con la inscripción daban una camiseta y una sartén, me resultó curioso, pero es que el evento lo patrocinaba entre otros "Vitrinor", empresa de menaje de cocina con fábrica en Guriezo. Mientras íbamos al coche a dejar la sartén y parte del lastre que llevábamos en las mochilas (la gente iba muy ligera y nosotras parecía que íbamos al camino de Santiago así que decidimos aligerar peso), empezó a diluviar así que para ir todavía más de dominguera cogí un paragúas.
Nada más comenzar la marcha, la gente empezó a andar a gran velocidad. Nosotras a cola de todo aguantando el ritmo a duras penas. Lo conseguimos más o menos los primeros kilómetros, llanos y que discurrían por la orilla de un río, en los cuales no paró de llover.
Pero pronto empezaría la subida al embalse del Juncal, el grupo se fue estirando y nosotras nos fuimos quedando cada vez más rezagadas.
Afortunadamente al empezar a subir dejó de llover, con lo cual pude atar el paraguas a la mochila y sacar la cámara de fotos para hacer un pequeño reportaje de la ruta y que el caminar se me hiciera más ameno.
Hay varias alternativas para subir al Juncal. Hace un año yo había subido todo por pistas, esta vez la subida fue por caminos, alguna trialera y senderos al borde de un canal; una subida muy bonita.
La última parte de la subida era por pista y nos condujo al embalse del Juncal.
Ya desde allí se podía ver en la lejanía nuestro próximo destino, la ermita de las Nieves.
Y allí estaba también el primer avituallamiento, muy completo y variado: productos de bollería, frutas y diferentes bebidas (agua, coca cola, aquarius...). Tenía bastante hambre así que me entretuve más de lo habitual comiendo.
Tras comer reanudamos la marcha, como toda la ruta en último lugar y mientras nos dirigíamos a la zona del canal pensábamos cuanto tardarían en alcanzarnos los marchadores, pues debían de estar saliendo más o menos por aquel entonces.
La zona del canal para mi fue un infierno (hay que ver la cantidad de "infiernos" que estoy sufriendo este año). El canal llevaba agua, resbalaba y no quería mojarme los pies o caerme, así que decidí ir por el borde del canal. Me puse a caminar y enseguida vi que la cosa iba a estar más complicada de lo previsto, había zonas en las que se notaba demasiado la altura y me entraba el "canguelo", me tenía que parar y avanzar muy lentamente. Como vi que había un camino que iba por debajo del canal, bajé y seguí por allí hasta que el camino terminó y sólo quedaba el canal.
Que mal lo pasé, creo que estuve cerca de una hora para hacer los 2 y pico km que debe tener el canal. Además nos empezaron a pasar los primeros corredores lo cual complicaba aún más las cosas por lo estrecho del lugar. La mayoría de los corredores iban por dentro del canal, así que no había problema, pero algunos iban también por el borde del canal como nosotras, y como no nos podía adelantar por allí, entre juramentos y seguramente acordándose pero bien de nosotras, saltaban al interior del canal y se mojaban los pies.
No se veía el fin, se me hizo larguísimo, lo único que desaba era salir de aquella pesadilla de canal. Que alegría cuando lleguamos al final y empezamos a andar por un sendero ya en tierra firme.
Fue en ese sendero donde nos empezaron a adelantar los primeros bikers. Era increíble lo rápido que habían llegado hasta allí. Esta zona también la hicimos muy lenta, pues los ciclistas venían muy rápido, en sendero era muy estrecho y nosotras íbamos todo el rato mirando hacia atrás para apartarnos cuando viniera un ciclista. La verdad es que era un espectáculo verlos, que manejo de la bicicleta a esa velocidad.
Tras salir de la zona de senderos, el segundo avituallamiento, más completo que el anterior si cabe, porque en éste nos ofrecieron hasta sidra.
Después de picar algo seguimos subiendo y bajando, esta vez por pistas, en dirección a la ermita de las Nieves. Numerosos bikers nos fueron adelantando, y yo cada vez que pasaba uno intentando ver si era alguien conocido para hacerle foto.
En una bajada me adelanto Javitxu y otro de sus compañeros de los Pupas, madre mía como bajan, dando saltos. Vamos, igualito, igualito que yo. Mientras se alejaban y ya cuesta arriba aproveché para hacerle alguna foto.
Pronto los andarines y corredores dejamos la pista para subir montaña a través siguiendo las flechas de la organización.
Había un punto de control en la ermita de las Nieves, así que tuvimos que subir hasta allí. Habíamos llegado a la cima a 778 metros y había que dejar constancia de ello con una foto.
Allí en las Nieves, pero sin subir hasta arriba estaba otro avituallamiento en el que también paramos y picamos alguna cosilla, más por gula que por hambre en esta ocasión.
Ya sólo nos quedaba bajar, que pena en estos momentos no haber tenido una bici, nos habíamos plantado en Guriezo en un santiamén.
Nada más empezar la bajada nos adelantó Diego, otro de los Pupas.
Poco a poco fuimos bajando, y poco a poco también nos fueron adelantando más y más ciclistas.
Llegó un momento en el que ya no nos adelantaba nadie con lo cual empezamos a sospechar que íbamos las últimas, sospecha que se confirmó cuando nos adelantó la ambulancia.
A estas alturas ya tenía las piernas cansadas, los pies me dolían, intuía que se estaba formando alguna ampolla y lo único que iba pensando era "¿pero cuándo acabará esto?".
Bajada y más bajada, hasta cerrar el círculo y volver los últimos kilómetros por la zona que ya habíamos pateado por la mañana a la orilla del río.
Y por fin, a las 15:00 horas y tras 7 horas de caminata, cuando ya estaban recogiendo todo, aparecimos nosotras por la meta.
"¿Pero todavía llegáis ahora?", nos preguntaban extrañados. Creo que batimos el record de duración de la marcha. Como recompensa a nuestro último puesto nos dieron otra sartén, que yo creo que fue por no darnos directamente el sartenazo.
Esta vez no volví a casa con trofeo pero si con dos sartenes, seguro que me serán mucho más prácticas.
Y tras acabar la ruta y quitarme las botas, algo para descansar y relajar las patucas, un paseo por la playa de Laredo.
La marcha estuvo bien, pero no creo que la repita andando, demasiada paliza para mi y eso que me la tomé en plan tranquilo y fui todo el rato haciendo fotos. El próximo año en bicicleta, probablemente seguiré llegando la última pero seguro que me canso menos y la bajada final no se me hace tan interminable.
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