INFORMACIÓN BÁSICA:
- Longitud: 70 km.
- Desnivel acumulado de subida: 1600 metros.
- Dificultad: Moderada. Es una ruta muy variada y que tiene un poco de todo, pistas, carretera, senderos, zonas técnicas, barro...
Unos días antes del Soplao realizamos el última de las "rutas test" preparadas por Ivi. En esta ocasión de nuevo con bici de montaña para terminar de acostumbrarnos a la posición y el sillín de la mtb no siendo que tanta bici de carretera nos pasara factura.
Salimos de Meruelo, y fuimos enlazando pistas y senderos hasta llegar a Gama.
Y desde Gama a Colindres lo mismo, continuamos enlazando pistas primero subiendo, y luego bajando hasta llegar a Colindres.
A partir de Colindres fuimos siguiendo parte del recorrido de la marcha de Los Tojos de Laredo, que si no ocurre ningún imprevisto de última hora me tocará realizar por tercera vez el próximo mes.
Las vistas según se va ganando altura son espectaculares, con el Buciero siempre destacando.
El terreno estaba bastante seco y se podía rodar bien, que diferencia de cuando hace 2 años hice por primera vez la marcha de los Tojos.
Pasamos algunas zonas técnicas y luego por pista seguimos subiendo hasta las Antenas, en cuyas proximidades se obtienen las mejores vistas.
No podía faltar la foto de "grupo", y aprovechando un trípode natural perfectamente colocado, nos la hicimos en el menhir.
Una vez llegado al punto más lejano del recorrido, fuimos volviendo sobre nuestros pasos hacia Meruelo.
Ya casi llegando tuvimos una avería, rotura de cadena de Ivi que reparó rapidamente dándome una clase magistral del uso del tronchacadenas y el cierre rápido.
Ya sólo nos quedaban unas últimas rampas para llegar de nuevo a Meruelo, tras 8 horas y 70 km en los cuales además de preparar el Soplao nos divertimos.
Y para que se vea que yo también fui, unas fotos que me sacó Ivi.
Si la anterior "Ruta-test" me desilusionó bastante por lo cansada que me encontré por la tarde, en esta acabé muy contenta. Fue una ruta dura, 70 km con zonas técnicas y pistas no tan cómodas como las del Soplao; y no me noté cansada ni me dolió nada. Además me vi con algo más de confianza bajando, que últimamente había perdido bastante.
El Soplao estaba cada vez más cerca y las sensaciones con la bici de montaña empezaban a ser buenas.
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