jueves, 10 de junio de 2010

SENDERISMO: Montaña palentina. Las TUERCES y el cañón de la HORADADA (29-05-10).


INFORMACIÓN BÁSICA:

- Longitud: 25 km.
- Desnivel acumulado de subida: 440 metros.
- Dificultad: Baja. La mayor dificultad se encuentra al principio, para subir desde Villaescusa de las Torres a las Tuerces, con fuerte desnivel y sendero estrecho.



En esta ocasión nos dirigimos a la cercana provincia de Palencia para hacer una ruta por la Montaña Palentina, que tantas veces había visto anunciada en el cartel de la carretera cuando voy de viaje pero que nunca antes había visitado.

Llevaba ya un tiempo deseando conocer las Tuerces y el Cañón de la Horadada, había estado viendo fotos en internet y tenía buena pinta, al estilo de la ciudad encantada de Cuenca.



Copio aquí textualmente de la página de Turismo de Castilla y León la información de lo que son las Tuerces y como se han formado:

"Las Tuerces configuran un peculiar enclave paisajístico, resultado de los activos procesos de disolución llevados a cabo por la erosión de origen kárstico en las rocas calizas del Cretácico Superior.

Situadas en las estribaciones más occidentales de los Páramos de La Lora, en la zona de contacto entre los relieves de la Cordillera Cantábrica y los materiales sedimentarios de la Cuenca del Duero, Las Tuerces forman un auténtico laberinto en el que se alternan grandes bloques de formas caprichosas.

Gigantescas setas pétreas, puentes y arcos naturales, cerrados callejones y umbrías covachuelas dan lugar a un encantado paisaje que invita al tranquilo paseo y a la contemplación. Declarado Lugar de Interés Cultural."



La ruta empieza en Villaescusa de las Torres, muy cerquita de Aquilar de Campo. Justo antes de llegar al pueblo y tras cruzar el puente sobre el río Pisuerga, hay un aparcamiento-merendero a la derecha donde podemos dejar el coche.



Cruzamos un paso a nivel sin barrera, cruzamos el pueblo y en seguida nos encontramos con el sendero, que en rápida ascensión nos lleva a los pies de las Tuerces.





Tras la subida nos dedicamos a pasear entre esas rocas con formas caprichosas, que a lo largo de miles de años se han ido formando, y sólo el imaginar el tiempo que lleva todo ese proceso a mi personalmente me hace sentir insignificante.







Aprovechamos para pasear entre las rocas, hacernos fotos y contemplar las bonitas vistas del valle, con Villaescusa de las Torres en la que destaca su iglesia, el Pisuerga y Aguilar de Campo en la lejanía.



Nos encontramos por allí con más senderistas y unos chicos que habían llegado hasta allí en bicicleta pero por otro camino, por donde nosotras subimos habría que cargar practicamente todo el tiempo con la bici.



Una de las formaciones más conocidas de las Tuerces es la "mesa", en forma de seta y fácilmente reconocible por la cruz de hierro que la corona.



Hay otra formación que recibe el nombre de "perro sentado", pero no podría asegurar cual de todas es.



Tras un rato dando vueltas entre las rocas decidimos que ya era hora de seguir nuestro camino, aún quedaban muchos kilómetros por delante.

Cogimos una pista ancha y en muy buen estado que fuimos siguiendo durante varios kilómetros, atravesando alguna zona de pinos.



Cogimos una desviación para contemplar el Castillo de Gama, que nos ofrece bonitas vistas y fue el lugar que escogimos para comer.



Salvo el edificio de la Ermita de la Virgen del Castillo, el resto de la fortaleza está actualmente en ruinas, pero merece la pena darse una vuelta por allí.



Luego nos dirigimos hasta el vértice geodésico Castillo (1098), señalizado con el típico mojón blanco del IGN y nos hicimos una foto para dejar constancia de nuestra visita.



Desde allí se puede contemplar el sector palentino de la Cordillera Cantábrica.

Volvimos otra vez sobre nuestros pasos para enganchar la pista que en ligero descenso y paralela al arrollo de los pradillos.



Había varias posibilidades para volver al punto de salida. En esta ocasión decidimos coger el desvio a la Rebolleda, a pesar de que eso nos obliga a transitar 1,5 km por carretera hasta Mave.



Desde Mave volvemos de nuevo a coger un camino que nos conduce al Cañón de la Horadada, un profundo tajo calizo excavado por el río Pisuerga.



El camino se va transformando en un estrecho sendero que va subiendo y nos hace atravesar un impresionante tunel natural, el paso de los gitanos.





Una vez en la parte alta seguimos el sendero y las marchas rojas que allí encontramos.



Pasamos por una zona de Torcas en la que hay que tener cierta precaución de no caer en alguna de ellas.

Seguimos nuestro camino ahora con bonitas vistas en lo alto de las Tuerces, donde habíamos estado horas atrás.



Y siguiendo los caminos paralelos al Pisuerga y a la vía del tren llegamos poco a poco al punto de partida.





Aquí os pongo una página donde viene bien descrita parte de esta ruta: http://www.renedodelaynera.es/situacion/Tuerces.pdf con los textos y mapas del libro "50 rutas por la Cordillera Cantábrica", de Fernando Obregón Goyarrola, libro que por cierto tengo y que voy a ojear para idear una próxima ruta por la Montaña Palentina.



Y un vídeo con algunas de las casi 250 fotos que hice ese día, la ruta lo merece.

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