miércoles, 5 de mayo de 2010

FLACA: 4 de las maravillas de Cantabria. ALISAS, ASÓN, LA SÍA Y LUNADA (26-04-10).




TRACK GPS: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=875199.

INFORMACIÓN BÁSICA:

- Longitud: 101 km.
- Desnivel acumulado de subida: 2478 metros.
- Dificultad: Moderada, por la distancia y el desnivel acumulado. Las subidas con mantenidas, sin rampas especialmente duras.



Hace unos días, aprovechando un día soleado de temperatura agradable, Ivi, Jose y yo, quedamos para hacer una ruta sin prisa, subiendo varios puertos todo por carretera. Ellos llevaron la bici de montaña. Yo como no quería sufrir, lleve la de carretera.

Esta es una de las rutas que más he disfrutado de todas las que he hecho, tanto con la bici de montaña como la de carretera. A un ritmo tranquilo, sin importar la velocidad media y disfrutando cada pedalada dada entre esas montañas que tenemos la suerte de tener cerca de casa. Si a todo ello le unimos la satisfacción de conseguir pasar los 4 puertos solamente con el esfuerzo de uno... simplemente una maravilla.

Alguna de las zonas ya las conocía de estar en coche, pero la sensación y lo que se disfruta no es comparable. Con el coche subes al alto, bajas a dar un paseo, ves las vistas y haces fotos, pero con la bici... esas subidas, pedalada a pedalada, curva a curva, viendo como a poco vas consiguiendo subir esos metros y acercándote a la cima. Y esa sensación cuando llegas arriba y ves la sucesión de curvas que hace la carretera y que tú solito con tu bici has sido capaz de vencer.



Y así un puerto y otro, disfrutando de unos paisajes de ensueño, en unas carreteras ideales para la práctica del ciclismo por la ausencia de coches. Si a ello le unimos un día primaveral y una compañía estupenda, tenemos un DÍA PERFECTO.

Quedamos para iniciar la ruta en la Cavada y desde allí el tramo con mayor tráfico de toda la ruta nos llevó hasta las primeras rampas de Alisas.

Yo a Alisas le tenía mucho miedo, sólo lo había subido un par de veces y hace ya varios años y no lo recordaba muy bien. Empecé a subir tranquila, para ir cogiendo ritmo, pero pronto mis dos compañeros con las bicis de mtb se fueron quedando atrás. Tras los primeros 2-3 km que siempre se me atragantan, empecé a ir más cómoda, sin excesivo esfuerzo y con el sufrimiento justo, reservando fuerzas por si había alguna "trampa". No paré ni en el monumento al ciclista para hacer fotos porque no quería perder el ritmo tan bueno que llevaba, sólo hice una breve parada para hacer una foto a mis compañeros cuando oí gritar a Ivi varias curvas más abajo: "¿Pero es qué ya no paras ni para hacer fotos?.



Y la siguiente parada al coronar.



Me sorprendió la subida, me la esperaba mucho peor. Se sube bastante bien, mantiene un porcentaje estable y asequible, como a mi me gusta, que me permite coger un ritmo y mantenerlo hasta el alto.



Arriba esperé a mis compañeros.



Me ha gustado la experiencia de ir yo con flaca y el resto con la mtb, por una vez soy yo la que espero en los altos y puedo subir relajada.



Tras comer algo continuamos la ruta, descenso hasta Arredondo para continuar a Asón y al segundo puerto del día, los Collados del Asón.



Que subida más bonita, carretera estrecha sin apenas tráfico con unos paisajes impresionantes. Fueron los momentos que más disfrute de toda la ruta, que paz, que tranquilidad...





Mis compañeros también iban un poco por detrás y esta vez para no tener que esperar tanto arriba hice una parada a mitad de la subida para esperarles y hacer fotos.





Hice alguna otra parada para poder disfrutar más aún de los paisajes.



En el alto nuevas fotos con el cartel que dejaba constancia que habíamos subido el Asón, cartel que en esta ocasión tuvimos que levantar del suelo y sujetar.





Antes de subir al tercer puerto del día, La Sía, decidimos bajar a La Gándara para comer y que Jose conociera el Mirador de La Gándara, suspendido en el aire, con vistas al nacimiento del río y que bien merece alargar la ruta unos kilómetros más para conocerlo.



Después de la comida, a continuar, todavía teníamos muchos kilómetros por delante.

En la subida a la Sía Ivi se puso a tirar los primeros kilómetros y tuve que forzar un poco la marcha para seguirle. Luego ya bajo el ritmo y me volví a "escapar".

Se veían buitres sobrevolando la zona y pensé: "uy, que mal nos deben de ver...". Pero pronto descubrí que en esta ocasión no eramos nosotros su cena. Había un potrillo muerto, y la madre sin separarse de él un metro trataba desesperadamente de defenderlo de los buitres.



Así es la vida y así es la naturaleza, y así debe ser, pero yo que soy una sentimentaloide no pude evitar que se me llenaran los ojos de lágrimas. Siempre me pasa, nunca puedo ver un documental sin que se me escape alguna lagrimilla.

Allí esperé a mis compañeros e hicimos el resto de la subida juntos, con varias paradas para descansar. Ivi iba un poco tocado así que nos amoldamos a su ritmo.

Al coronar nuevas fotos en el alto, la tercera dificultad montañosa de la jornada estaba también superada.











Luego otra vez a bajar, ahora por la provincia de Burgos, para en seguida comenzar la última subida, Lunada.



Son 9 km en total y como íbamos bien de tiempo pero justos de fuerzas, decidimos subir juntos y hacer dos paradas para descansar, en los kilómetros 3 y 6. Esta es la forma de subir que peor se me da, porque no consigo coger ritmo, si cuando empiezo a coger ritmo me paro luego me cuesta otra vez volver a empezar, para mi es como empezar otra vez de cero.



Subiendo Lunada los chicos aprovecharon para refrescarse en alguno de los neveros.



Parece mentira como cambia el tiempo; hoy una semana más tarde, y ya en el mes de mayo, el puerto de la Lunada está cerrado por la nieve.

Tras coronar, de nuevo la foto del trío, esta vez sacada por un hombre que estaba haciendo turismo y fotos pero con el coche.



Tras abrigarnos empezamos una larga bajada de 30 km por una carretera mal asfaltada en la que si que eché de menos la bici de mtb y sus suspensiones. ¿Cuándo inventarán la bici transformable mtb-flaca?.



El paisaje seguía siendo impresionante.





En San Roque de Río Miera hicimos la última parada para tomar un café y seguir ya directos hasta el coche. En esta última parte tuve que esprintar en varias ocasiones para seguir a mis dos compañeros, que cualquiera diría que se habían hecho 100 km, como corrían.



Y así llegamos al coche, con la sensación de haber pasado un día inmejorable y haciendo planes para la siguiente: ¿qué tal hacer esta misma ruta pero al reves?.

Y un pequeño montaje con todas las fotos que hice durante la ruta:

2 comentarios:

  1. ¡Pero a quien se le ocurre meterse esa pechada de asfalto con doble suspensión!

    ResponderEliminar
  2. Mercedes, esta mismita ruta la hice con la mtb en el mes de agosto, y me dejó un sabor de boca impresionante. Los paisajes subiendo desde Arredondo al Collado de Asón y bajando de la lunada hacia San Roque, increíbles.
    Este verano seguramente la repetiré, pero en vez de irme hacia la Lunada, me dirigiré hacia la Braguía... Unos kmetrillos más.
    Enhorabuena por la ruta.

    ResponderEliminar