Hace unas semanas me he autoregalado un rodillo.
El invierno pasado hizo tan malo que desde octubre hasta abril no cogí la bici ni un solo día. Con el mal tiempo me vuelvo muy perezosa, que si hoy hace frío, que si hoy llueve, que si hoy hay mucho viento, que si los días son cortos y las tardes no dan para nada... Todo son excusas a la hora de salir y coger la bici.
Así que este año me he comprado un rodillo para tener garantizado el hacer algo de "bici" aunque el invierno venga muy crudo y la pereza pueda conmigo. Si bien es verdad que este invierno tengo algo que el año pasado no tenía: amig@s y compañer@s de rutas y eso siempre ayuda a la hora de salir.
El caso es que he instalado el rodillo en el salón con la bici de paseo que ya no uso, y algunos días mientras veo la tele en vez de dormitar en el sofa y perderme el final de la película, me siento en la bici y pedaleo. Todo son VENTAJAS: hago ejercicio, consigo ver la peli entera sin dormirme y encima creo que este invierno ahorraré calefacción, como el piso es pequeño con todo el calor que genero se calienta.
Hace dos días empiezo a dar pedales y al ir aumentando la resistencia en el mando del manillar veo que nada, que aquello no iba. Me bajo pensando que tengo algo mal colocado y cual es mi sorpresa cuando veo que lo que pasa es que tengo la rueda trasera sin aire. Cojo la bomba, inflo la rueda y me pongo a pedalear de nuevo, perdiendo de nuevo todo el aire en apenas un minuto. Conclusión: Habré pinchado.
Quito la bici del rodillo, desmonto la rueda, suelto el neumático y saco la cámara. Inflo un poco y en seguida localizo el pinchazo, así que pegamento, parche y todo solucionado. Y a volver a montarlo todo de nuevo.
Todo este rollo para contar que he pinchado en el salón de mi casa y con la bici en el rodillo, algo que pensaba era imposible. Llevaba varias semanas sin sacar la bici a la calle y ya la había utilizado varios días en el rodillo, así que no creo que fuera un pincho que tuviera ya clavado. Tampoco localizé ningún pincho en la cubierta.
Tendré que interrogar a mis gatas, no vaya a ser que alguna esté utilizando las cubiertas como rascador para afilarse las uñas.
NOTA POSITIVA: Es la primera vez que pincho con ruedas finas, así que me ha llevado bastante tiempo desmontar la cubierta y sacar la cámara (me costó mucho más que con la mtb). Por suerte he podido practicar todo tranquilamente en el calor del hogar. Para la próxima ya puedo espabilar, que como pinche en carretera y tarde tanto en cambiar una cámara...
El invierno pasado hizo tan malo que desde octubre hasta abril no cogí la bici ni un solo día. Con el mal tiempo me vuelvo muy perezosa, que si hoy hace frío, que si hoy llueve, que si hoy hay mucho viento, que si los días son cortos y las tardes no dan para nada... Todo son excusas a la hora de salir y coger la bici.
Así que este año me he comprado un rodillo para tener garantizado el hacer algo de "bici" aunque el invierno venga muy crudo y la pereza pueda conmigo. Si bien es verdad que este invierno tengo algo que el año pasado no tenía: amig@s y compañer@s de rutas y eso siempre ayuda a la hora de salir.
El caso es que he instalado el rodillo en el salón con la bici de paseo que ya no uso, y algunos días mientras veo la tele en vez de dormitar en el sofa y perderme el final de la película, me siento en la bici y pedaleo. Todo son VENTAJAS: hago ejercicio, consigo ver la peli entera sin dormirme y encima creo que este invierno ahorraré calefacción, como el piso es pequeño con todo el calor que genero se calienta.
Hace dos días empiezo a dar pedales y al ir aumentando la resistencia en el mando del manillar veo que nada, que aquello no iba. Me bajo pensando que tengo algo mal colocado y cual es mi sorpresa cuando veo que lo que pasa es que tengo la rueda trasera sin aire. Cojo la bomba, inflo la rueda y me pongo a pedalear de nuevo, perdiendo de nuevo todo el aire en apenas un minuto. Conclusión: Habré pinchado.
Quito la bici del rodillo, desmonto la rueda, suelto el neumático y saco la cámara. Inflo un poco y en seguida localizo el pinchazo, así que pegamento, parche y todo solucionado. Y a volver a montarlo todo de nuevo.
Todo este rollo para contar que he pinchado en el salón de mi casa y con la bici en el rodillo, algo que pensaba era imposible. Llevaba varias semanas sin sacar la bici a la calle y ya la había utilizado varios días en el rodillo, así que no creo que fuera un pincho que tuviera ya clavado. Tampoco localizé ningún pincho en la cubierta.
Tendré que interrogar a mis gatas, no vaya a ser que alguna esté utilizando las cubiertas como rascador para afilarse las uñas.
NOTA POSITIVA: Es la primera vez que pincho con ruedas finas, así que me ha llevado bastante tiempo desmontar la cubierta y sacar la cámara (me costó mucho más que con la mtb). Por suerte he podido practicar todo tranquilamente en el calor del hogar. Para la próxima ya puedo espabilar, que como pinche en carretera y tarde tanto en cambiar una cámara...
Jajaja, pozzi, si te pasa como a mi, de pinchar en pleno invierno en la montaña, y con las manos tan insensibles que no podia ni siquiera cambiar...
ResponderEliminarLlama CSI para investigar las gatas jijiji
A mi me pasa siempre de cuando dejo el rodillo sin usar varios dias, las ruedas se desinflan, pero no pinchan, solo pierden el aire. Lo tuyo tiene mas delito porque ha sido un pinchazo!!
Ten cuidado dónde duermes no te vayas a confundir y te acuestes en una cama turca llena de pinchos. Visto lo visto.
ResponderEliminarPor cierto. Muy bonita la foto que has puesto en la cabecera. Bonito valle el del fondo.