viernes, 14 de octubre de 2011

BTT: XXII TRAVESÍA NACIONAL CORDILLERA CANTÁBRICA: Somiedo (10 y 11-09-11).


En el 2010 fue el primer año que escuché hablar de la Travesía Nacional de la Cordillera Cantábrica, Marcha organizada por el club Asturcón BTT y que cuenta ya con más de 20 ediciones. Unas compañeras del foro fueron el año pasado y me gustó tanto el reportaje de fotos que hicieron, que me propuse acudir en el 2011 a pesar de que mi nivel técnico es más bien justito para este tipo de pruebas.

Así que llegado el 2011, me pedí el fin de semana libre ya que me tocaba trabajar, y con una amiga me apunté a la Travesía que este año se hacía en la zona de Somiedo. La verdad es que me apunté sin pensar y sin leer las características de mi prueba, me daba miedo que si leía demasiados detalles me entrara miedo y no me atreviera. Así que primero me apunté y luego leí: "Nivel físico y técnico alto-muy alto, con varias zonas de porteo".... "Ufff en que lío me he metido" pensé.


Y por fin llegó el fin de semana de la Travesía. El viernes por la tarde nos lo pasamos en el coche, y al llegar a Pola de Somiedo dejamos ya las bicis a cargo de los chicos de Asturcón BTT para que las cargaran en los camiones que las llevarían al lugar de salida.


DÍA 1.




TRACK GPS: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=2133826.

INFORMACIÓN BÁSICA:

- Longitud: 45 km.
- Desnivel acumulado de subida: 1700 metros.
- Dificultad: Muy alta, tanto física como técnicamente. Algunas de las zonas del recorrido sólo se permitieron hacerlas en bici el día de la travesía, estando prohibido su paso en bici el resto del año.

En Pola de Somiedo cogimos los autobuses que nos subirían el puerto hasta Huergas de Babia que era el lugar de salida con la bicicleta.



Una vez allí tocaba buscar cada uno su bici a medida que las iban descargando de los camiones, tarea que nos llevó un buen rato.



Después de recoger también la bolsa de avituallamiento que daba la organización tomamos la salida.



Los primeros kilómetros fueron bastante sencillos, buenas pistas con un desnivel suave, pero que tan al principio sin haber calentado también se me atragantaron.

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Ya desde el principio podíamos contemplar la inmensidad y belleza de las montañas que nos rodeaban.





El grupo se iba alargando cada vez más.







Pronto empezaron a llegar las primeras rampas duras, momento en el que algunos ya tuvimos que echar pie a tierra y empujar la bici.



Era impresionante contemplar a los bikers como hormiguitas entre los gigantes montañosos que nos rodeaban.





En algunas zonas la gente que iba en grupo paraba a esperar a algunos compañeros y se hacían pequeños reagrupamientos.



Poco a poco la pista fue dejando paso a praderas y las montañas se iban haciendo cada vez más altas.



Y más rampas en las que había que empujar.



El entorno realmente precioso.





Luego fueron llegando los senderos por los que tuvimos que ir en fila india, desmontando en alguno de los tramos más complicados.







Unas fotos de los paisajes que íbamos atravesando.











Cada vez que llegábamos a las zonas pisteras era un alivio para mi, por fin podía rodar sin complicaciones y tomarme un descanso.





Así llegamos al primer avituallamiento, muy completo y variado. La verdad es que los avituallamientos estuvieron muy bien, bastante próximos y suficientes.



Y desde el avituallamiento a seguir subiendo.



Ahora iba a llegar la subida que más disfruté de todo el fin de semana, una subida larga por pista con un porcentaje suave de las que a mi me gusta, que nos llevaría al alto de la Farrapona. Fue de los pocos ratos en los que me encontré bien, el resto del tiempo me tocó sufrir.







Una vez arriba aproveché para hacerme una foto en el cartel del alto de la Farrapona con mis dos compañeros de aventura, Gloria y Luis. Sólo unos días antes había pasado por allí la Vuelta Ciclista a España.



Desde allí bajamos también por pista en búsqueda de los lagos de Somiedo.



Para una próxima ocasión dejamos pendiente la subida a la Farrapona por carretera, tiene muy buena pinta.



Y por fin llegamos a los lagos de Somiedo, una de las zonas más bonitas y con mayor afluencia de gente por lo cerca que queda de la carretera.



Allí Gloria insistió en hacerme unas fotos, con lo poco que me gusta a mi posar para la cámara.





Desde los lagos tomamos una pista en continúa subida, con alguna rampa más dura.







Tras la subida tocaba disfrutar de las praderas. Estas zonas si que son una gozada para ir con la bici.



Pero como no, tampoco allí nos íbamos a librar de rampas complicadas y algunos pedrolos.





Ahora tocaba lo que para mi fue lo más duro de todo el fin de semana, la zona de porteo. Me cuesta un montón caminar con la bici a cuestas y si encima hay que medio trepar, pues apaga y vámonos. Lo que en teoría era un porteo de 15 minutos, para mi se convirtió en 40 minutos de pesadilla. Además soy muy cabezona, y aunque me ofrecieron ayuda me gusta hacer las cosas por mi misma, así que poco a poco y como pude fui subiendo la bici hasta llegar arriba.











La bajada para mi no iba a ser mucho mejor, con unos tramos muy técnicos y otros con fuerte pendiente me volvió a tocar patear bajando. Eso sí, todo precioso.









Pero todavía quedaba otra zona bastante dura, una pista de varios kilómetros con pendientes entre el 30-40%, que unido a todo lo anterior hizo que muchos tuviéramos que volver a patear.



Que alivio llegar a Pola de Somiedo de nuevo, en mi vida había caminado tanto en una ruta de BTT. Como me acordé en muchos tramo de mis botas de montaña y los bastones, que bien me habrían venido. Total para hacer medias de 5 km hora no hace falta ni bici.

Acabé bastante desanimada de ese primer día, físicamente me encontraba bien, pero técnicamente me vi muy torpe y zonas que debería haber hecho en bici las hice andando. Durante el verano además de perder forma física había perdido bastante confianza bajando y ambas cosas pesan en este tipo de rutas.


DÍA 2.




TRACK GPS: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=2133827.

INFORMACIÓN BÁSICA:

- Longitud: 40 km.
- Desnivel acumulado de subida. 1600 metros.
- Dificultad: Alta-muy alta tanto física como técnicamente. Por algunas zonas esta prohibido el paso en bici, sólo dieron un permiso especial para el día de la Marcha.

El segundo día hubo gente que directamente ni salió, la dureza del primer día había pasado factura. Físicamente no me encontraba cansada, pero mentalmente mi confianza estaba por los suelos, me veía extradamente torpe y lo único que deseaba era que llegara pronto la hora de volver a casa.

En esta ocasión la primera subida del día fue por carretera, suave pero a estas alturas de la jornada y en frío se hacía durilla.



Pronto llegamos a una pista con algunas rampas muy duras en las que me tocó empezar a patear por primera vez en el día.





La zona de arriba preciosa.





En el alto se hizo un reagrupamiento porque teníamos que pasar a continuación por una zona especialmente protegida y donde todo el grupo teníamos que pasar junto.







De nuevo nos tocó a todos portear la bici.





El sitio preciso para hacer rutas de senderismo.





De nuevo en la carretera tocaba avituallamiento.



En varias ocasiones atravesamos la carretera que bajaba a Pola de Somiedo y hubo gente que aprovechó para acortar la ruta. A mi cada vez que vía la carretera me daban tentaciones, pero como pude conseguía vencerlas para continuar pedaleando o intentándolo.





Algunos valientes intentaban coger distancia en subidas pindias para intentar subir montados.









Por suerte para mi también había alguna zona de pistas.





Al igual que el primer día buenos y variados avituallamientos.



La parte final de la ruta nos iba a llevar en busca del las fuentes del Sil.







Tampoco por allí nos íbamos a librar de cargar con la bici.



Y de nuevo también zonas para disfrutar.





Como siempre las montañas impresionantes.







Un último tramo de carretera nos iba a llevar a Pola de Somiedo donde terminamos la ruta.







Después de guardar las bicis y darnos una ducha, nos fuímos al pabellón donde nos tenían preparado una rica comilona.



Esta es una de esas rutas que terminas diciendo con total convencimiento: "menudo palizón", "yo a esto no vuelvo", "para hacer esto lo hago andando". Pero luego llegas a casa, descansas, ves lo impresionante de las fotos, las vuelves a ver otra vez pasados unos días, y poco a poco sin darte cuenta va cambiando el pensamiento inicial y en cuanto abren las inscripciones para el próximo año te vuelves a apuntar.

Lo que si que tuve claro cuando terminé es que a Somiedo tengo que volver a dos cosas:

- Hacer rutas de senderismo.
- Hacer rutas en flaca.

La zona preciosa e impresionante para hacer de todo eso y más.

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