miércoles, 5 de octubre de 2011

BTT: IV Marcha Olla Ferroviaria MATAPORQUERA (03-09-11).


INFORMACIÓN BÁSICA:

- Longitud: 45 km.
- Desnivel acumulado de subida: 860 metros.
- Dificultad: Moderada. Es bastante asequible si se hace a ritmo tranquilo. En su mayor parte discurre por pistas y senderos. La zona más peligrosa, es la bajada por el cortafuegos, pero con desmontar y hacerlo andando se soluciona. Hay una subida larga en las que a muchos nos toca empujar la bici a tramos.


Por segunda vez este año tocaba pedalear en Mataporquera, en este caso en la Marcha de la Olla ferroviaria, también organizada por "Valdeolea en Movimiento". Era mi segunda participación en esta prueba, la segunda vez que la hacía nada más volver de mis vacaciones por Zamora y la segunda vez que practicamente llego en último lugar.

Probablemente sea una de las Marchas "más sencillas" de todo el año, aunque se puede endurecer bastante si se hace a un ritmo alto (que evidentemente no es mi caso). Como aún tenía reciente el sufrimiento de Foramontanos en esta ocasión fui con la intención de no sufrir nada de nada, puse la bici en modo "disfrute" y me dediqué a ir muy pero que muy tranquila y hacer fotos.



Como siempre y a pesar de la distancia, varios de mis compañeros Pupas se desplazaron a Mataporquera a disfrutar de la Marcha y de la Olla.



Una vez dejamos Mataporquera atrás, comenzamos a pedalear por polvorientas pistas, a tramos por zonas abiertas y a tramos por zonas boscosas.



Una de las zonas por las que pasamos al principio de la Marcha fue por la subida que más se me atragantó en las "24 horas", pero por suerte esta vez la hicimos de bajada.

No todo iba a ser llano, también había subidas, de momento todavía por pistas fáciles.





Aunque luego el día despejaría, al principio y en las zonas altas había niebla. Después de llegar a lo más alto comenzamos la primera bajada del día con tramos en los que apenas se veía a los que llevábamos delante.





Poco a poco las subidas se iban complicando y las pistas iban dejando paso a los senderos.



Y así llegamos al primer avituallamiento, donde aprovechamos a descansar y comer algo.



Practicamente toda la ruta la hice con Paloma, que aprovecho el avituallamiento para hacer algunas fotos.



Tras el avituallamiento de nuevo volvimos a levantar polvo por los caminos.



Y para refrescarse y lavar un poco el polvo nada mejor que cruzar riachuelos.



Tan entretenidas íbamos siguiendo a los de delante, que hubo un momento en el que nos despistamos y "perdimos". Menos mal que una valla que nos impedía el paso nos dio pistas de que íbamos por el camino equivocado y pudimos volver sin mayores problemas al redil.



Así llegamos al segundo avituallamiento.



Este es el aspecto que debe presentar un avituallamiento cuando llegan los últimos: tiene que haber de todo.



Después vendría la zona más dura de toda la ruta, una fuerte subida por pista que luego se iría transformando en sendero.



Y claro, después de subir mucho toca bajar mucho, en esta ocasión perdimos altura rapidamente a través de un cortafuegos, complicado y peligroso en su parte inicial, que me tocó hacer andando.



El resto de la ruta ya fue más fácil aunque los kilómetros iban pesando en las piernas.





Y por si todavía teníamos hambre o sed, un tercer y último avituallamiento.



Tras reanudar la marcha cogimos pistas con las que atravesamos bonitos bosques.





Alguno de los tramos de bajada tenía piedrolos, pero que se podían pasar bien sin excesiva dificultad.



En la parte final también tuvimos la oportunidad de pasar al lado de alguno de los famosos menhires de Valdeolea.



Me encantan estas zonas medio-montañosas de transición hacia la Meseta, para mi ideales para andar en bici. No son tan duras como las zonas puramente de montaña, ni tan "monótonas" como las pistas llanas y planas de Castilla.



Una última subida durilla, me sorprendió que la pude subir montada, eso si pillándome un buen reventón.



Aquí mi amigo, "el menhir de las 24 horas" que me anunciaba cada vez que pasaba a su lado que la zona peor había terminado y tenía varios kilómetros por delante de "relax".



Una última zona de senderos como los de las 24 horas.



Finalmente carretera dirección Mataporquera para terminar la Marcha.



Y que mejor manera de terminar, que degustando una deliciosa Olla ferroviaria. Mi más sincera felicitación y agradecimiento a l@s cociner@s, que mientras los demás pedaleábamos estuvieron preparando la Olla. Estaba realmente deliciosa.



En resumen, una Marcha asequible para casi tod@s pero con zonas "picantes" y divertidas, rematada de la mejor manera posible, con una comilona. No hay dos sin tres, así que volveré. Igual un año de estos me da por ir a Mataporquera a "correr", nunca se sabe; creo que dos años llegando la última es más que suficiente.

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