sábado, 13 de agosto de 2011

BTT: 24 HORAS de MATAPORQUERA (30 y 31-07-11): Mis primeras 24.




Casi desde que empecé a andar en bici, me han llamado la atención las pruebas de “24 horas”. El año pasado ya me quedé con ganas de ir a la de Madrid o participar en la de Mataporquera, pero no me atreví. Este año tocaba ponerse a ello.



A priori es el tipo de pruebas que mejor me pueden ir por algunas de mis cualidades:

- Fortaleza mental. Siempre me he considerado más fuerte de cabeza que de piernas.
- Resistencia. Si voy a mi ritmo no me canso y a medida que pasan horas y horas me voy encontrando mejor. Casi nunca me duele nada por muchos kilómetros que haga.
- Aguantar el esfuerzo físico durmiendo poco. Ya estoy acostumbrada, por mi trabajo hay veces que salgo a montar en bici casi sin dormir.

Una de las cosas a las que tenía más miedo era a pedalear de noche, pues salvo los últimos kilómetros del Soplao 2010 por carretera nunca lo había hecho.

Como eran mis primeras “24 horas” no sabía muy bien lo que me iba a encontrar, tampoco sabía como era el circuito pero me marqué un objetivo: llegar a los 200 km. Lo máximo que había hecho en bici de montaña eran los 165 del Soplao, y pensé que por muy duro que fuera el circuito no sería peor que el Soplao. Que equivocada estaba.


Los días antes estuve preparando una lista sobre cosas que tenía que llevar: comida-avituallamientos, bebidas, ropa, repuestos para la bici, luces… Casi no me cabía todo en el coche, parecía que me hubieran echado de casa y sólo iba a estar fuera un día.

Quedé con PedroT para ir y una vez que llegamos a Mataporquera empezamos a montar la carpa y las tiendas al lado de mis compañeros de Los Pupas, que iban en equipo de 4 y nos habían guardado sitio.



Tras conseguir montarlo todo, tocaba recoger el dorsal y ponerse el “traje de luces”. El día era buenísimo, soleado pero sin excesivo calor y no había previsiones de lluvia, únicamente frío por la noche.




Por fin llegaron las 12 y se dio la salida. Salí tranquila, y hacia atrás, intentando coger un ritmo cómodo, pero no lo conseguí. Me notaba muy cansada a pesar de ir en los últimos lugares del grupo, notaba que me faltaba el aire a pesar de ir sin forzar.



Di la primera vuelta con mi compañero Diego de los Pupas. El circuito era sencillo, un 70 % pista y un 30 % sendero, pero sin excesivas complicaciones técnicas. Hasta yo podía hacerlo todo encima de la bici.





Después de dar 3 vueltas paré a descansar unos minutos. Me encontraba mal pero confiaba en que fuera que todavía no había calentado, normalmente tardo entre 30-50 km en hacerlo. Además el circuito era bastante rompepiernas, con pequeños repechos que vuelta a vuelta parecían más grandes.



A la 5 vuelta bajé un rato a la carpa a comer un poco de ensalada de pasta, no quise parar mucho para no quedarme fría y en cuanto pude comencé a rodar de nuevo. Las vueltas seguían cayendo y seguía sin coger el punto.



Entonces fue cuando empezó la comedura de coco: “¿Pero estás loca?, ¿cómo te apuntas a una cosa de estas tú sola?, si no llevas ni 8 horas estás cansadísima y te duele todo”. En esos momento hable con mi compañero Diego y le dije que una y no más, que aquello era muy duro y que no volvería a hacer una locura de esas nunca más.











Pero tras 90 km, la cena (pasta que daba la organización) y una ducha (con agua fría que casi me mata), todo cambio. Puse los focos, me puse la ropa de invierno y en compañía de PedroT (mi gregario de lujo) me dispuse a dar algunas vueltas nocturnas antes de parar a dormir. El plan era dormir más o menos de 2 a 5.

Las vueltas nocturnas una maravilla. Hacía frío pero rodando perfecto, el foco iluminaba de maravilla y el cansancio que había acumulado durante el día desapareció, ya no me dolía nada, me encontraba genial. Además no me pareció peligroso el circuito de noche, habían puesto algo de iluminación y la gente era bastante respetuosa al adelantar en la zona de sendero. Eso si, en las vueltas de noche decidí bajarme en la zona de entrada al primer sendero, donde había dos pequeñas subidas de 1 metro en las que me tenía que esforzar demasiado; a partir de ahí las haría andando para ahorrar fuerzas.

Después de dar 3 vueltas de noche, PedroT se fue a dormir y yo decidí dar alguna vueltas más. Entonces fue cuando la cadena de la bici y el cambio comenzaron a hacer muchísimo ruido sobre todo en la zona de senderos, parecía que en cualquier momento se iban a romper. No había limpiado la cadena en todo el día y sólo me había limitado a engrasar un poco pero sin quitar el polvillo acumulado. Empecé a pensar lo que pasaría si se rompía la cadena en mitad del bosque: no sería capaz de repararla y me tocaría caminar una hora u hora y pico hasta meta, lo cual no me apetecía nada. Tampoco me apetecía ponerme a limpiar y engrasar la cadena a las 2 de la mañana, así que opté por la solución más fácil y cobarde: dejar de dar pedales en el próximo paso por meta e irme a dormir.

Eran las 2:15 de la mañana cuando paré a descansar. Me metí en la tienda e intenté dormir. Apenas había dormido 1,5-2 horas me desperté helada de frío y tiritando, ya no me pude dormir, pero me quedé otra hora y pico en la tienda intentando mentalizarme de pedalear de nuevo. Cuando vencí la pereza volví a coger la bici, engrasándola un poco antes y me fui a la línea de salida para seguir dando vueltas. Eran las 6 de la mañana y quedaba poco para amanecer. Tras tomar un café que daba la organización empecé a rodar igual que lo había dejado, encontrándome genial. Además el ver amanecer sobre la bicicleta fue una bonita experiencia.



Seguí dando vueltas intentando llegar a mi objetivo de 200 km. Tenía que dar 25 vueltas y según mis cuentas me iba a dar tiempo. Pero cometí el error de no mirar la clasificación y me confundí con las cuentas. Faltaban 3 horas y según mis cálculos tenía que dar 3 vueltas para llegar a las 25; me iba a sobrar tiempo, ya que tardaba unos 40 minutos por vuelta. Por tener tendría tiempo de dar 4 vueltas. Pero según pasaban las vueltas la gente que se jugaba un puesto en el podium iba más nerviosa y más rápido, tenían más prisa por adelantar y yo cada vez menos fuerzas para apartarme con seguridad. Así que cuando faltaban casi dos horas y pensaba que sólo me quedaba una vuelta para las 25 decidí dar la “última vuelta”, de relax y para soltar pierna. La di despacio, en parte porque no quería sufrir más y en parte porque una vez que mi cabeza pensó en parar mi cuerpo se adelantó y me vino todo el cansancio de golpe. Pero me daba igual. Hice las subidas más pindias andando y las bajadas disfrutando.

Y por fin a las 11:15 pasé por meta y paré. Me fui a duchar y a recoger los bártulos antes de la entrega de trofeos.

En individual femenina participamos 4 chicas. La verdad es que me sorprendió gratamente que fuéramos “tantas”, no me gusta nada eso de ir a marchas o rutas y ser la única chica, prefiero ser más aunque yo quedé la última (como en el Soplao de carretera).



Esta vez, por una vez me tocó ser la primera. Un total de 24 vueltas y 189 km (una vuelta menos de las que pensé que había dado). Segunda y tercera fueron Ibone y Cristina respectivamente, que por la noche habían parado a dormir más tiempo que yo y por eso hicieron menos kilómetros, por el día daban las vueltas más rápido que yo (que soy una tortuguita). Espero volver a coincidir de nuevo con ellas, da gusto compartir pedales con chicas tan majas y tan valientes.



¿Y que decir de la gente de “Valdeolea en movimiento”?. Un 10 para todos ellos, la organización genial, la gente muy amable y volcados con la prueba. Estar por la noche varias horas de pie en alguno de los cruces, a 6ºC…. uffff, eso si que es duro.

Acabé bastante cansada, pero encantada y con ganas de repetir el próximo año. Este año era la toma de contacto con pruebas de este tipo y hay varias cosas que tengo que mejorar de cara a las siguientes. No se porque, pero me da que me voy a enganchar a esto de las 24 horas.



Las fotos del post no son mías. Creo que ha sido la primera vez que voy a una ruta sin hacer ni una sola foto, ni antes ni durante ni después. Agradecer las fotos a la organización y a varios compañeros de Forocantabriamtb (Fr@n, Richard, Pepegou y Pal).



Y si alguien no fue y quiere ver mejor como es el recorrido, nada mejor que un estupendo vídeo grabado por Pepegou y que refleja a la perfección la mayor parte de los tramos.


Para terminar agradecer a mi fiel escudero y gregario de lujo PedroT su compañía en las horas nocturnas, y a mis compañeros de los Pupas, Diego y Jose-Lacasona, su compaía en las diurnas.

Y también quiero agradecer a toda esa gente que me animo durante la Marcha, algunos sin conocerme, especialmente las chicas. Tanto las que participaban en individual como las que iban en equipos no paraban de darme ánimos.

El próximo año más y mejor.

2 comentarios:

  1. ¡Hola Merche!

    Menos mal que empezaste a tener dudas y querias retirarte que si no....189 km y pensabas hacer 200 km,eres la BOMBAAA!!!!

    Ya veo que el próximo año repites.La verdad que es un aprueba que a mí también me llama la atención...no sé todo se andará jajajaja.

    Un saludo

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  2. Enhorabuena... te felicito. yo también lo pasé muy mal por la noche por culpa del maldito frío... yo no dormí nada porque si lo hago, no me levanta ni la guardia civil... participé en equipo de 2, así que lo tuyo tiene muchísimo mérito... UN ABRAZO

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