jueves, 23 de junio de 2011

FLACA: XX Marcha Cicloturista CAMARGO (29-05-11).




TRACK GPS: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=1802321.

INFORMACIÓN BÁSICA:

- Longitud: 105 metros.
- Desnivel acumulado de subida: 1300 metros.
- Dificultad: Baja, la única dificultad es la subida al puerto del Campillo, entre Selaya y San Roque de Río Miera.



A finales de mayo, entre los dos Soplaos, tuvo lugar otra de las cicloturistas que tenía marcado en mi calendario para este año, la de Camargo.

No podían faltar a la cita PedroT y Gloria, que se están también haciendo habituales en las cicloturistas.



Y como no tampoco podía faltar una buena representación Pupas.



La Peña Sprint de Camargo eran los organizdores de esta Marcha, que en todo momento estuvieron pendientes de todos los participantes.



La Marcha era neutralizada hasta Selaya, para luego subir libremente el Portillo, en cuya cima se tomarían clasificaciones de tiempo.

Era la primera Marcha neutralizada en su mayor parte a la que iba, e ilusa de mi, fui pensando que iba a ser una marcha tranquila. Y para mi todo lo contrario. Ir neutralizados a 28 por hora para la mayoría es ir despacio, pero para mi es ir muy forzada. Además, sigo sin saber rodar en grupo, me pongo muy atrás y me voy descolgando continuamente, con lo que tengo que ir esprintando para enganchar de nuevo.

Siempre había integrantes de la Peña Sprint ayudándonos a los rezagados a entrar de nuevo en el pelotón, se ponían a tirar y nos llevaban a rueda.

Sufriendo muchísimo llegué a Selaya, donde hicimos una breve parada antes de empezar la subida al Campillo. Se dio la salida y todos para arriba. Se suponía que llegaba mi terreno, la montaña, pero debido al esfuerzo de los kilómetros previos no me llegué a encontrar bien en ningún momento. Normalmente siempre subo de menos a más, y ese día me pasó todo lo contrario, fui de más a menos, me costó llegar arriba y no pude seguir el ritmo de Gloria ni de ninguno de mis compañeros de Club.

Una vez arriba nos tomaban tiempo y teníamos que seguir bajando hacia el avituallamiento. En la bajada me encontré bien. Por fin volvía a bajar de forma "aceptable", después de llevar un par de meses bajando fatal a raíz de la caída de una compañera.

Y llegó el avituallamiento, el mejor momento del día, o por lo menos el menos cansado.



Después de recoger la bolsa tocaba reponer fuerzas y hacerse la foto de grupo Pupas + Gloria.



También hubo tiempo de charlar con viejos conocidos del MTB, entre ellos Sergio, que después de vivier el año pasado el Soplao de carretera desde las cunetas, este año lo iba a vivir desde dentro.



También estaba por allí Jose María, que no se pierde ni una. En la foto se ve de rojo al fondo.



Tras un rato parados tocaba volver a rodar de nuevo. La temperatura era muy buena y los paisajes preciosos.



A partir de hay de nuevo neutralizados pero a velocidad excesiva para mi, con lo cual me tocó continuar sufriendo, descolgándome en los repechos y esprintando en el llano y las bajadas.

Vamos, que prefiero que no me neutralicen y me dejen ir a mi bola para poder llegar a los puertos más fresca.

Tras algunas paradas cortas para reagrupar, llegamos de nuevo a Camargo, donde nos ofrecieron un lunch.



Fr@n, de los pisteros, también había ido a la marcha y había estrenado bici, probándola una semana justo antes del Soplao.



Y tras la comida, los trofeos. A todos los participantes nos dieron uno, recuerdo de la Marcha.



A Gloria le dieron el Trofeo a la Primera Clasificada en categoría femenina.



Y a mi me dieron una copa como segunda (aunque en principio sólo estaba anunciado que darían a la primera fémina). Ya de paso podían haber dado también a la tercera, Paloma, con la que no hablé durante la Marcha pero que luego he tenido la oportunidad de conocer a través del Facebook (cosas de la era de internet). La verdad es que sólo fuimos 3 las chicas que participamos, parece que hay todavía menos mujeres en las cicloturistas que en las marchas mtb; una pena.



En el horizonte a una semana vista, estaba ya el Soplao de carretera, la prueba para la que más me había estado preparando durante todo el año y el que posiblemente fuera mi mayor objetivo para este 2011. Pero esa es otra historia.

miércoles, 22 de junio de 2011

BTT: V Los 10000 del SOPLAO (21-05-2011): Con sabor agridulce.




TRACK GPS: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=1763225.

INFORMACIÓN BÁSICA:

- Longitud: 163,5 km.
- Desnivel acumulado de subida: 4200 metros.
- Dificultad: Alta desde el punto de vista físico por la longitud y el desnivel a superar. Técnicamente sólo tiene un par de tramos más complicados (la subida de La Cocina y la bajada a Celis desde el Soplao), discurriendo el resto por pistas en buen estado y algo de carretera.


Este año, creo que ya lo comenté a primeros de año, estaba muy poco motivada para el Soplao. Si el año pasado me sobraba motivación e iba más justa de preparación, este año era al revés; de piernas iba preparada de sobra, de cabeza iba mucho más justa.

En el 2010 fue para mi un triunfo terminar el Soplao. En el 2011 el único objetivo que podía tener era mejorar tiempo, y lo normal era que lo mejorara, con lo cual el Soplao 2011 no suponía ningún reto para mi. Y sin reto ya no es emocionante.

Pocos días antes había hablado con dos de los compañeros con los que más salgo en bici, PedroT e Ivi, y habíamos hablado de intentar hacer el Soplao, juntos, o por lo menos todo lo juntos que pudiéramos.

Uno de los fallos que tuve el año pasado fue que los dos días antes había dormido muy poco, apenas 3-4 horas cada día, con lo cual las últimas horas del Soplao 2010 fueron un infierno para mi porque literalmente me quedaba dormida en la bicicleta en las bajadas. Había calculado que entre la bajada de Venta Vieja y el segundo Moral, había perdido una hora, así que podía mejorar en una hora mi tiempo sólo con dormir mejor los días antes. Y eso hice. No es que durmiera mucho pero dormí 5-6 horitas que para mi ya es más que suficiente.

Y por fin llegó en día, el 21 de mayo, día del Soplao y de mi cumpleaños. Este año sin ningún tipo de nerviosismo ni presión me planté en Cabezón a eso de las 07:00 h.



Algunos de mis compañeros de Los Pupas, Ivi entre ellos, habían llegado un poco antes y estaban unos metros por delante, pero afortunadamente me “dejaron colarme” y me puse con ellos.



Allí estuvimos casi una hora hasta la salida de charla y haciendo fotos. Por allí aparecieron también PedroT y Gloria, aunque estuvimos separados varios metros.



También aparecieron más amigos, que aunque no participaban en el Soplao habían ido a dar ánimos.



Por fin dieron la salida y comenzamos a rodar. El objetivo de los primeros kilómetros era evitar caídas, pues en ese sentido para mi son los kilómetros más peligrosos por las aglomeraciones de gente y el nerviosismo de algunos por adelantar.

Desde el principio me encontré “rara”, iba sorprendentemente bien, no era como el resto de los días que tardo muchos kilómetros en calentar y al principio voy fatal. Eran los primeros kilómetros e iba bien, pero no quería forzar. Me había planteado que mi Soplao iba a empezar en Uceda, así que seguí con el plan, hacer la primera parte del Soplao, que es la que menos me va, suave y reservando fuerzas para la parte final.



Los primeros kilómetros los hice con Ivi, que iba con problemas con las pastillas de freno que había cambiado los días antes y le rozaban el disco tanto que le iban frenando. Tuvo que hacer un esfuerzo extra para no perder ritmo, aunque ya en la subida al Soplao fue perdiendo metros. En el avituallamiento del Soplao le estuve esperando y estuvimos allí comiendo algo juntos. Decidió ir tirando y parar en Celis a solucionar el tema de las pastillas. Yo me quedé unos minutos más y luego comencé la bajada, afortunadamente sin mucha gente alrededor con lo cual no tuve especiales problemas.

Fui todo el rato mirando a ver si veía donde había parado Ivi pero no lo vi, y ya no sabía si iba delante o detrás. A PedroT le había perdido de vista en la salida y tampoco sabía ya a estas altura por donde iba.

Antes de llegar a la subida a Monte A perdí aire en la rueda de delante y tuve que parar. Era una tontería pero me puse nerviosa y tardé un montón en conseguir inflar la rueda. Me adelantó un montón de gente y nadie me preguntó si necesitaba ayuda. Parecía que la rueda aguantaba así que decidí seguir sin cambiar la cámara, confiaba en que el líquido sellara el posible pinchazo. Había decidido hacer el Soplao sin mochila, así que en esta ocasión sólo llevaba una cámara, era demasiado pronto para pinchar. Por suerte algunos de los Pupas (Jose, Javitxu y Guille) iban a estar en algunos puntos del recorrido y me podrían dar otra cámara en caso necesario.

Tras ese pequeño contratiempo seguí rodando, despacio y parando cada poco a comprobar que no perdía aire. Así poco a poco llegué a la subida de Monte A, la cual hice como siempre, andando en las rampas duras y bastante cómoda el resto de la subida. La bajada también sin problemas.

Llegué sola a Ruente, donde estaban Jose, Javitxu y Guille, que me dijeron que Ivi no había pasado todavía. Pare un poco con ellos y seguí rodando en dirección a Ucieda, donde tenía pensado hacerla parada más larga para comer.

En el trayecto hacia Ucieda me alcanzó PedroT y ya seguimos esos kilómetros juntos, charlando y haciendo fotos. Nada más llegar a Ucieda llegó Ivi, que finalmente había conseguido solucionar el problema de las pastillas. Allí me dio una mala noticia que ya no me pude sacar de la cabeza en todo el Soplao: habían tirado a Toya y la habían tenido que llevar al hospital con una luxación de hombro.

En Ucieda comimos los tres juntos. Yo me lo tomé con calma e Ivi y PedroT decidieron ir tirando confiando en que les cogería subiendo.

Tras terminar de comer comencé la subida al Moral, me encontraba genial, la temperatura a diferencia del año pasado era genial, no me dolía nada…. así que decidí ir un poco “ligera”. En seguida alcancé a PedroT e Ivi y ahí tome una decisión de la que luego me arrepentiría toda la ruta y de la que aún hoy me sigo arrepintiendo, decidí ir tirando confiando en que aunque yo les sacaría tiempo subiendo, ellos me recuperarían ese tiempo en la bajada.

Subí el Moral comodísima, adelantando todo el rato gente y sin notarme nada cansada. Comí algo arriba, pero en seguida comencé la bajada. Bajando el Moral hubo varias caídas, y entre eso, y la caída previa de Toya pasé bastante miedo bajando. En Juzmeana estaba la hermana de PedroT, con la que estuve unos minutos parada. Me preguntó por Pedro y al decirle que venía un poco por detrás me dijo toda preocupada que “si venía sólo”. Ahí ya me empecé a sentir culpable.

Como Ivi y Pedro todavía no llegaban y en llano van mejor que yo, decidí seguir tirando hacia Barcena para que me pillaran por el camino. Hice este tramo bastante tranquila, pero llegué hasta Barcena sin tener noticias de ellos.

En Barcena estaban de nuevo las asistencias de los Pupas, y aunque parecía que lo del pinchazo se había solucionado decidí coger otra cámara por si acaso. También estaban allí más Pupas, Escalantino que se tuvo que retirar por problemas con el sillín y Riven, con el que estuve un rato en el avituallamiento.

Terminé de comer y PedroT e Ivi seguían sin llegar, así que ya me hice a la idea que tendría que hacer el resto del Soplao sola. Seguía encontrándome muy bien, pero decidí bajar el ritmo en las subidas por si acaso, iba “demasiado bien”. Subiendo hacia Fuentes me empecé a aburrir. Me acordaba de las rutas que había hecho durante todo el año con PedroT, Ivi, Gloria y lo bien que lo había pasado, y en el Soplao me estaba aburriendo, Gloria iba sola por delante, yo sola en medio, y PedroT e Ivi por detrás. Empecé a no encontrarle sentido a todo aquello, lo estaba pasando fatal en las bajadas por toda la gente que me adelantaba a toda velocidad y la cantidad de caídas que se oía que había habido. Incluso subiendo me habían dado algún toque en el manillar al adelantarme e incluso un “individuo” me dio un empujón con la mano hacia un lado al adelantarme para “hacerse sitio”. Lo encontraba todo un sin sentido y ya solo tenía ganas de llegar.

La zona nueva de este año en Ozcaba me pareció menos dura que cuando la había hecho el mes previo. La bajada de Venta Vieja bastante mal, no tan mal como el año pasado, pero el ir con gente adelantándome me hacía ir insegura y bastante más despacio que cuando había bajado por allí en grupos pequeños. Físicamente seguía encontrándome mejor y sin sueño.



En la zona de carretera hacia Juzmeana vi a Ivi, pero en la cuneta, vestido ya de calle y animando. Se había retirado. No sabía cual había sido el problema, pero ya empecé a comerme el coco pensando que debería haber intentado ir todo el rato con él. Me sentí fatal.

En Juzmeana ya no paré ni en el avituallamiento. Quería llegar a meta lo antes posible no por hacer mejor tiempo sino para terminar lo que estaba siendo un aburrimiento para mi. Me decía todo el rato que ese sería mi segundo y último Soplao. Subí el Moral bien, no como el año pasado en el que me fui arrastrando, este año iba bien. Hice algún tramo de la subida con Manti, con la que había ido coincidiendo en muchos tramos del Soplao.

La bajada del Moral de nuevo mal, con mucho miedo y volví a perder tiempo. La parte final, de Uceda a meta por carretera la hice a toda velocidad, pillando la rueda de los que me iban adelantando.

Llegué a meta de día, con algo menos de 13 horas totales y totalmente entera, no estaba nada cansada, físicamente podría haber seguido rodando y subiendo puertos sin problemas. Había mejorado en 2 horas mi tiempo del año pasado, pero no estaba nada contenta, tenía una sensación agridulce que no me dejaba disfrutar del “`más que aceptable” Soplao que había hecho.



En meta me estaba esperando Gloria, que había llegado casi una hora antes que yo. También se había aburrido y decía que probablemente no volviera más años a no ser que cambiaran el recorrido. Nos fuimos a cenar la pasta que daba la organización, este año también había terminado con el estómago bien.

Después de cenar llamé a Ivi, que me dijo que se había retirado porque le había fallado la cabeza, físicamente iba bien, pero al verse sólo subiendo el Moral se agobió y decidió no seguir, se dio la vuelta. Al decirme esto todavía me sentí peor. No dejaba de pensar que si hubiera subido más despacio el Moral sin perderle de vista podríamos haber echo juntos el resto de la ruta, aunque yo le tuviera que haber esperado en las subidas y él a mi en las bajadas. Habría tardado más pero habríamos podido llegar juntos.

Luego llamé a PedroT que justo en ese momento acababa de llegar a meta. Fui a buscarle y nos hicimos una foto juntos; dos soplaos completados y dos fotos en la meta juntos.



A continuación ya me fui para casa porque al día siguiente me tocaba madrugar para trabajar. Es lo que tiene trabajar los fines de semana.

Al día siguiente estaba bien, con los cuadriceps un poco sobrecargados pero nada más. Miré la lista provisional y me dio gran alegría comprobar que la mayoría de los Pupas había conseguido terminar el Soplao, algunos con gran merito por ir más justos de preparación. Tuvieron que hacer un gran esfuerzo para conseguir llegar dentro del control pero lo hicieron. Que grandes.

Yo seguía con un sabor agridulce que aún hoy, un mes después no he conseguido quitar.

Se habla mucho del “espíritu del Soplao” y lo emocionante que es todo, el buen ambiente que hay…. Pero también tiene un “lado oscuro”. Nos obsesionamos demasiado con el tiempo y la clasificación, no queremos perder ni unos segundos, y a veces nos ponemos en excesivo riesgo en las bajadas, y lo que es peor, ponemos en riesgo a los otros. Hubieron demasiadas caídas, con muchas fracturas e incluso un chico acabo en la UCI con una lesión grave en el riñón. ¿Merece la pena?. Cuando alguien pincha o tiene alguna avería la mayoría seguimos de largo, no nos molestamos ni en preguntar si necesita algo no siendo que tengamos que parar y perder unos segundos. Se está perdiendo compañerismo por intentar ganar tiempo.

Me pasé medio Soplao pensando que no volvería más, pero probablemente lo haga. Tengo una espinita clavada que me tengo que sacar y es el terminar un Soplao con Ivi. Hay ocasiones en las que el tiempo no es lo más importante.



Y para terminar ya con este Soplao 2011, no puedo dejar de mencionar y dar las gracias a mi club, LOS PUPAS. Para todos un 10, los que han participado, los que han ido de asistencia y los que sin ir nos han ayudado a preparar el Soplao y nos han dado ánimos a través del foro Pupas.

Dejo aquí un pequeño vídeo que ha hecho Ivi con fotos de Jose, y que resume el Soplao 2011 de los Pupas.


jueves, 2 de junio de 2011

BTT: V Enduro de Cerredo (15-05-11).




TRACK GPS: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=1709739.

El track no es mio, sino que estába ya publicado en wikiloc antes de escribir esta entrada.

INFORMACIÓN BÁSICA:

- Longitud: 21 km.
- Desnivel acumulado de subida: 900 metros.
- Dificultad: Alta, hay subidas casi imposibles en las que la mayor parte de la gente tiene que empujar la bici, y algunas bajadas complicadas. Típica ruta de enduro como su propio nombre indica.


Cuando vamos a una ruta que se denomina de "enduro", ya sabemos lo que nos espera, subidas imposibles, bajadas muy técnicas, tramos para cargar con la bici... Yo no tengo problema con ninguna de esas tres cosas, cuando no me veo capacitada por fuerza o técnica para algo, me bajo y empujó la bici. El problema es el tiempo que tardo en hacer la ruta.

El año pasado no pude ir al Enduro de Cerredo porque me tocó trabajar, de hecho fue la única prueba de las de la Copa Cantabria Infinita que me faltó por hacer y tenía esa espinita clavada.. Este año libraba y como los organizadores la anunciaron como una ruta para disfrutar y sin prisa, me decidí, con más miedo que vergüenza a ir. Y me lo pasé como los indios.

Nada más llegar nos fuimos encontrando con diferentes compañeros de Forocantabriamtb. La mayoría de los clubs estaban representados.



Y como no podía ser de otra manera, en una ruta de enduro y por la zona oriental de Cantabria, lo que predominan son los Pupas.



Nada más darse la salida, dimos una vuelta al pueblo y tomamos carretera, ya en ascenso para ir calentando desde el inicio.



Pronto la carretera dio lugar a una pista por la que rapidamente fuimos ganando altura.





Las vistas empezaban a ser impresionantes, con Sonabia y el Buciero.





La pista despejada fue dando paso a pista-camino entre eucaliptos, alternándose tramos ciclables sin problemas, con otros casi imposibles.





Una vez que salimos del eucaliptal llegaría lo que iba a ser la subida más larga y dura de la ruta, no demasiado técnica al principio pero con muchísima pendiente. La mayoría tuvimos que empujar la bici, algunos subieron en bici a tramos, y sólo los más fuertes consiguieron llegar hasta arriba sin desmontar.









Y una vez superado lo más duro, cada uno como pudimos, nos hicimos la foto de grupo de los que en ese momento andábamos por allí.



Tras continuar subiendo un poco más, pero bastante más suave, nos tocaba por fin bajar. Primero un senderito de fuerte pendiente paralelo a una valla en el que me tuve que apear a tramos. Alguno también se apeo algún tramo.



Tras la bajada, una breve subida por pista nos llevaba hasta el avituallamiento, donde aprovechamos para comer y beber algo, y como no, para charlar con más compañeros.



Bonito sitio el que eligieron l@s bikers de CastroBTT para poner el avituallamiento, con bonitas vistas.



Por el avituallamiento se pasaba dos veces, así que mientras unos pasábamos por primera vez, otros ya estaban de vuelta.



Volvía a tocar bajar, esta vez una bajada divertidísima y que puede hacer en gran parte sobre la bici. Otra vez me volvía a notar con cierta confianza bajando. Disfruté tanto la bajada que no quise ni parar a hacer fotos.

También había un tramo con buena pista en moderado ascenso, mi especialidad. Aquí me noté "sobrada". Las sensaciones a una semana vista del Soplao eran buenísimas.





Y como he comentado antes, las vistas llegando de nuevo al avituallamiento eran impresionantes.





Dejamos ya la pista para pasar a zona de praderas.







Todavía quedaba una dura subida en la que me volvió a toca patear.



Y ahora si que si, ya sólo nos faltaba bajar y bajar.



La bajada es parte por senderos estrechos, con algunas zonas técnicas con pedrolos.



En otros tramos es más bien un camino muy roto, que parece formado por varios senderos paralelos.



La parte final de la bajada tiene rampas empinadas no demasiado problemáticas. Parte la hice andando, he comprobado que en las rutas puedo "arriesgar" hasta cierto momento, que puede ser algún susto, en el que mi cabeza dice "no tientes a la suerte, que con todo lo que has bajado ya y no te has caído, a ver si te vas a caer ahora que ya estás acabando". Y a partir de ese momento me pongo en modo "gallina" y ya no bajo nada por fácil que sea.

Así fue alternando los tramos andando con otros mejores en el que podía volver a rodar.



Aprovechando una parada nos hicimos un autofoto, que quedó hasta bien.



Y ya poco a poco y sin prisa hasta la meta, donde nos tenían preparada una riquísima barbacoa y un sorteo de regalos (a las 4 chicas que participamos en la ruta nos dieron el regalo directamente, sin sorteos).

En resumen, la ruta y el ambiente que había me ha gustado mucho. Apenas había barro, que es uno de mis mayores problemas, así que excepto en los tramos más técnicos y duros pude rodar bien. Físicamente me encontré de maravilla, aunque no quise forzar en las subidas duras para conservar la maquinaria (de la bici y la mia propia) de cara a estar en perfectas condiciones para mi cita con el Soplao, tan sólo 6 días después.

Me gustó y me lo pasé genial, así que apuntaré en el calendario de pruebas a repetir en próximos años este Enduro de Cerredo.