martes, 21 de agosto de 2012

BTT: 24 horas MATAPORQUERA. Los 250 que se quedaron en 200 (28 y 29-07-2012).



TRACK GPS: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=3228147.

INFORMACIÓN BÁSICA:

- Longitud: Circuito de 9,5 km al que di 21 vueltas haciendo un total de 202 km.
- Desnviel acumulado de subida: Unos 110 metros por vuelta, con lo que hacen en este caso un total de 2400 metros.
- Dificultad: Parte es pista y parte senderos con poca dificultad, pero con algunos repechos rompepiernas.


Este año tenía marcada en mi calendario una cita a la que no quería faltar: las 24 horas de Mataporquera, la que probablemente sea mi marcha favorita. La fecha me venía fatal, el fin de semana del 27 al 28 de julio me tocaba trabajar y tendría que gastar parte de mis vacaciones para poder acudir. Además la semana antes iba a estar de vacaciones con lo que poco podría entrenar y llegaría justo para la prueba. Pero a pesar de todos los “inconvenientes” no quise faltar.

Para el resto de marchas del año no tenía objetivos, simplemente terminar, sin presiones ni necesidad de mucho esfuerzo. En cambio para Mataporquera me puse un objetivo ambicioso, llegar a 250 km. En el 2011 me quedé cerca de los 200 y este año quería superarlo ampliamente. Pero no pudo ser.

Julio y Agosto son dos meses muy malos para mi desde el punto de vista de la bici, entre vacaciones, el calor que me quita las ganas de bici y demás, en verano apenas la cojo. Sólo de marcha en marcha, y como este año he hecho tan pocas marchas, llevaba sin andar en bici prácticamente desde la Quebrantahuesos (casi un mes antes).

Otra cosa en contra este año era fui la única participante femenina, con lo cual me faltaba esa “motivación” que puede haber por estar “compitiendo” contra alguien. Hiciera lo que hiciera iba a quedar primera y última.

El plan era no parar a dormir y hacer paradas cortas durante el día y la noche. Me creía capaz de ello porque habitualmente duermo poco, aguanto bien el cansancio y recupero rápido y bien.



Las primeras vueltas al circuito fueron genial. Me parecía un poco más largo y más duro que el año anterior pero me encontraba mucho mejor, de las pocas veces que me he encontrado tan bien desde el inicio, aunque eso sí el ritmo que llevaba era bastante lento.



La parada para comer fue según lo previsto, tras 6 vueltas y sin excesivos problemas. No estaba cansada, no me dolía nada y el ritmo aunque bajo, me permitiría llegar a los 250 km si no paraba a dormir. Difícil pero no imposible. Era cuestión de seguir así hasta el final.


Pero claro, las horas van pasando y los kilómetros a cada vuelta pesan más en las piernas y en la cabeza. Esos repechos que en las primeras vueltas se subían como si nada, en la vuelta 10 parecen imposibles, y te empiezas a preguntar, “¿pero qué hago yo aquí?”.





Paré a las 10 de la noche, justo cuando estaba anocheciendo con la idea de cenar, poner las luces y seguir. Pero a partir de aquí ya no pude seguir con mi plan para los 250. Me encontraba cansadísima y muerta de sueño, era incapaz de seguir sin descansar. Y sólo llevaba 10 horas en la bici. Nunca me había pasado eso, siempre que he estado cerca de 12 horas en la bici había aguantado bien (con la excepción de mi primer Soplao que también tuve un pequeño problema con el sueño). No podía seguir así de noche y arriesgarme a tener una caída así que decidí parar y olvidarme del objetivo de los 250 km. Lo bajé a otro más realista y factible, los 200 km, con lo que mejoraría por poco la marca del 2011. Calculé según el ritmo que podía mantener a que hora tenía que empezar a pedalear para que me diera tiempo a dar las vueltas necesarias y a las 2:30 puse el despertador, para empezar a pedalear a las 3.

Me acosté a las 12:00 y dormí sólo dos horas y media, pero que bien dormí y que bien me sentaron. Este año en vez de en tienda dormí en la furgo y no pasé nada de frío; y esos colchones que cuando voy de camping me parecen algo duros ese día me parecieron los más cómodos del mundo.

A las 3:05 empecé a dar pedales de nuevo, tras casi 5 horas parada entre cenar y dormir. Las vueltas nocturnas son las que más me gustan, no hacía excesivo frío y se rodaba bien, aunque lógicamente más lento que por el día. Parte del cansancio había desaparecido y volvía a rodar bien, pero parecía que las horas no pasaban y que no amanecía nunca; esas horas previas al amanecer se me hicieron interminables pero que bonito ver amanecer en la bici.

Llegado el día paré a desayunar y a quitar las luces. Me había quedado helada en la última vuelta y me volvía a atacar el sueño, pero no podía parar mucho o no llegaría ni a los 200 km. Me metí otra vez en la furgo y dormí 10 minutillos que me supieron a gloria y me permitieron coger temperatura de nuevo.



Otra vez a pedalear y hacer cálculos. Tenía que hacer una media de 1 hora por vuelta y hacer la última vuelta más allá de las 12:00 horas. Hacía las vueltas en unos 45-50 minutos y descansaba 5-10 minutos por vuelta. Algunos repechos ya empecé a hacerlos andando porque los hacía tan rápido como en bici y me costaba menos esfuerzo.

Cerca de las 11 pasé por meta alcanzando el número de kilómetros del año anterior, unos 185, ya sólo me quedaban dos vueltas para los 200, poco más de hora y media. Pero en esa penúltima vuelta, tan cerca ya del final, comencé con un fuerte dolor en la rodilla izquierda. De no molestarme nada en todo lo anterior empezó a dolerme bastante fuerte en las subidas. No era las molestias que casi siempre tengo en la rodilla derecha de la condromalacia rotuliana, era diferente y bastante más intenso.



Era el momento de tomar una decisión: me paró y hago los mismos kilómetros que el año pasado o me arriesgo y hago una última vuelta para mejorarlo. Por los síntomas me parecía que lo de la rodilla podía ser una tendinitis y suponía que con algo de reposo y antiinflamatorios en los días siguientes se solucionaría; así que decidí seguir esa última vuelta.



Mi último paso por meta fue a las 11:45 y esa  última vuelta la hice como pude. Era incapaz de pedalear en las subidas por el dolor de rodilla así que me hice todas las subidas andando. Además quería disfrutar esa última vuelta así que la hice con calma, poco a poco me fueron pasando el resto de participantes que aún quedaban dando vueltas hasta que me quedé la última. Tardé 1 hora y 5 minutos en dar esa última vuelta, la vuelta más lenta de todos los participantes, así que cuando llegué ya estaban recogiendo y desmontando el marcador.



Sólo me dio tiempo a cambiarme de ropa para ir a la entrega de trofeos para recoger el de “Primera individual femenina”.


El trofeo que más fácil tenía para ganar porque con sólo dar una vuelta me valía y al final fue el que más trabajo y esfuerzo me ha costado.



Un buen amigo de forocantabriamtb, Mangel, fue el ganador en categoría masculina. Merecidísimo trofeo.



A pesar de no llegar al objetivo principal de los 250 kilómetros acabé contenta. Este año apenas he cogido la bici de montaña (hice tantos km este día en mtb como en el resto del año) y desde mayo he hecho una salida en flaca cada 3 semanas. Y los milagros no existen. En Mataporquera hice todo lo que pude, me esforcé al máximo y no me guarde nada como hago en otras ocasiones; si das todo lo que tienes no se puede pedir más.



Los 250 tendrán que esperar para el 2013, si físicamente estoy bien y el trabajo me lo permite lo volveré a intentar. Tendré que trabajar más y mejor todo el año y especialmente los meses previos si lo quiero conseguir, los milagros no existen.

Y este objetivo puede ser el que me haga tener la motivación que este año me faltó. Ojalá.

No hay comentarios:

Publicar un comentario