martes, 21 de agosto de 2012

BTT: 24 horas MATAPORQUERA. Los 250 que se quedaron en 200 (28 y 29-07-2012).



TRACK GPS: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=3228147.

INFORMACIÓN BÁSICA:

- Longitud: Circuito de 9,5 km al que di 21 vueltas haciendo un total de 202 km.
- Desnviel acumulado de subida: Unos 110 metros por vuelta, con lo que hacen en este caso un total de 2400 metros.
- Dificultad: Parte es pista y parte senderos con poca dificultad, pero con algunos repechos rompepiernas.


Este año tenía marcada en mi calendario una cita a la que no quería faltar: las 24 horas de Mataporquera, la que probablemente sea mi marcha favorita. La fecha me venía fatal, el fin de semana del 27 al 28 de julio me tocaba trabajar y tendría que gastar parte de mis vacaciones para poder acudir. Además la semana antes iba a estar de vacaciones con lo que poco podría entrenar y llegaría justo para la prueba. Pero a pesar de todos los “inconvenientes” no quise faltar.

Para el resto de marchas del año no tenía objetivos, simplemente terminar, sin presiones ni necesidad de mucho esfuerzo. En cambio para Mataporquera me puse un objetivo ambicioso, llegar a 250 km. En el 2011 me quedé cerca de los 200 y este año quería superarlo ampliamente. Pero no pudo ser.

Julio y Agosto son dos meses muy malos para mi desde el punto de vista de la bici, entre vacaciones, el calor que me quita las ganas de bici y demás, en verano apenas la cojo. Sólo de marcha en marcha, y como este año he hecho tan pocas marchas, llevaba sin andar en bici prácticamente desde la Quebrantahuesos (casi un mes antes).

Otra cosa en contra este año era fui la única participante femenina, con lo cual me faltaba esa “motivación” que puede haber por estar “compitiendo” contra alguien. Hiciera lo que hiciera iba a quedar primera y última.

El plan era no parar a dormir y hacer paradas cortas durante el día y la noche. Me creía capaz de ello porque habitualmente duermo poco, aguanto bien el cansancio y recupero rápido y bien.



Las primeras vueltas al circuito fueron genial. Me parecía un poco más largo y más duro que el año anterior pero me encontraba mucho mejor, de las pocas veces que me he encontrado tan bien desde el inicio, aunque eso sí el ritmo que llevaba era bastante lento.



La parada para comer fue según lo previsto, tras 6 vueltas y sin excesivos problemas. No estaba cansada, no me dolía nada y el ritmo aunque bajo, me permitiría llegar a los 250 km si no paraba a dormir. Difícil pero no imposible. Era cuestión de seguir así hasta el final.


Pero claro, las horas van pasando y los kilómetros a cada vuelta pesan más en las piernas y en la cabeza. Esos repechos que en las primeras vueltas se subían como si nada, en la vuelta 10 parecen imposibles, y te empiezas a preguntar, “¿pero qué hago yo aquí?”.





Paré a las 10 de la noche, justo cuando estaba anocheciendo con la idea de cenar, poner las luces y seguir. Pero a partir de aquí ya no pude seguir con mi plan para los 250. Me encontraba cansadísima y muerta de sueño, era incapaz de seguir sin descansar. Y sólo llevaba 10 horas en la bici. Nunca me había pasado eso, siempre que he estado cerca de 12 horas en la bici había aguantado bien (con la excepción de mi primer Soplao que también tuve un pequeño problema con el sueño). No podía seguir así de noche y arriesgarme a tener una caída así que decidí parar y olvidarme del objetivo de los 250 km. Lo bajé a otro más realista y factible, los 200 km, con lo que mejoraría por poco la marca del 2011. Calculé según el ritmo que podía mantener a que hora tenía que empezar a pedalear para que me diera tiempo a dar las vueltas necesarias y a las 2:30 puse el despertador, para empezar a pedalear a las 3.

Me acosté a las 12:00 y dormí sólo dos horas y media, pero que bien dormí y que bien me sentaron. Este año en vez de en tienda dormí en la furgo y no pasé nada de frío; y esos colchones que cuando voy de camping me parecen algo duros ese día me parecieron los más cómodos del mundo.

A las 3:05 empecé a dar pedales de nuevo, tras casi 5 horas parada entre cenar y dormir. Las vueltas nocturnas son las que más me gustan, no hacía excesivo frío y se rodaba bien, aunque lógicamente más lento que por el día. Parte del cansancio había desaparecido y volvía a rodar bien, pero parecía que las horas no pasaban y que no amanecía nunca; esas horas previas al amanecer se me hicieron interminables pero que bonito ver amanecer en la bici.

Llegado el día paré a desayunar y a quitar las luces. Me había quedado helada en la última vuelta y me volvía a atacar el sueño, pero no podía parar mucho o no llegaría ni a los 200 km. Me metí otra vez en la furgo y dormí 10 minutillos que me supieron a gloria y me permitieron coger temperatura de nuevo.



Otra vez a pedalear y hacer cálculos. Tenía que hacer una media de 1 hora por vuelta y hacer la última vuelta más allá de las 12:00 horas. Hacía las vueltas en unos 45-50 minutos y descansaba 5-10 minutos por vuelta. Algunos repechos ya empecé a hacerlos andando porque los hacía tan rápido como en bici y me costaba menos esfuerzo.

Cerca de las 11 pasé por meta alcanzando el número de kilómetros del año anterior, unos 185, ya sólo me quedaban dos vueltas para los 200, poco más de hora y media. Pero en esa penúltima vuelta, tan cerca ya del final, comencé con un fuerte dolor en la rodilla izquierda. De no molestarme nada en todo lo anterior empezó a dolerme bastante fuerte en las subidas. No era las molestias que casi siempre tengo en la rodilla derecha de la condromalacia rotuliana, era diferente y bastante más intenso.



Era el momento de tomar una decisión: me paró y hago los mismos kilómetros que el año pasado o me arriesgo y hago una última vuelta para mejorarlo. Por los síntomas me parecía que lo de la rodilla podía ser una tendinitis y suponía que con algo de reposo y antiinflamatorios en los días siguientes se solucionaría; así que decidí seguir esa última vuelta.



Mi último paso por meta fue a las 11:45 y esa  última vuelta la hice como pude. Era incapaz de pedalear en las subidas por el dolor de rodilla así que me hice todas las subidas andando. Además quería disfrutar esa última vuelta así que la hice con calma, poco a poco me fueron pasando el resto de participantes que aún quedaban dando vueltas hasta que me quedé la última. Tardé 1 hora y 5 minutos en dar esa última vuelta, la vuelta más lenta de todos los participantes, así que cuando llegué ya estaban recogiendo y desmontando el marcador.



Sólo me dio tiempo a cambiarme de ropa para ir a la entrega de trofeos para recoger el de “Primera individual femenina”.


El trofeo que más fácil tenía para ganar porque con sólo dar una vuelta me valía y al final fue el que más trabajo y esfuerzo me ha costado.



Un buen amigo de forocantabriamtb, Mangel, fue el ganador en categoría masculina. Merecidísimo trofeo.



A pesar de no llegar al objetivo principal de los 250 kilómetros acabé contenta. Este año apenas he cogido la bici de montaña (hice tantos km este día en mtb como en el resto del año) y desde mayo he hecho una salida en flaca cada 3 semanas. Y los milagros no existen. En Mataporquera hice todo lo que pude, me esforcé al máximo y no me guarde nada como hago en otras ocasiones; si das todo lo que tienes no se puede pedir más.



Los 250 tendrán que esperar para el 2013, si físicamente estoy bien y el trabajo me lo permite lo volveré a intentar. Tendré que trabajar más y mejor todo el año y especialmente los meses previos si lo quiero conseguir, los milagros no existen.

Y este objetivo puede ser el que me haga tener la motivación que este año me faltó. Ojalá.

viernes, 17 de agosto de 2012

FLACA: QUEBRANTAHUESOS. A la tercera va la vencida (23-06-12).





TRACK GPS: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=3159420.

INFORMACIÓN BÁSICA:

- Longitud: 200 km.
- Desnivel acumulado de subida: 3376 metros.
- Dificultad: Alta, tanto por la distancia como el porcentaje de subida de alguno de los puertos.


La Quebrantahuesos tiene algo diferente al resto de Marchas que había hecho hasta ahora: mucha, muchísima gente y derivado de ello, la necesidad de participar en un sorteo previo para asignar las 9000 plazas existentes. Se apuntan cerca de 20000 ciclistas cada año, así que la posibilidad de ser "agraciado" en el sorteo es de un 50%. Fácil, pero en los dos años anteriores 2010 y 2011 no había tenido suerte. En el 2012, a la tercera, iba a ir la vencida.

Esta aventura de la QH tiene tres capítulos diferentes: cuando te apuntas al sorteo, el día del sorteo y el día de la Marcha. Pasan meses entre ellos.

Al sorteo, allá por diciembre, nos apuntamos un buen grupo de Pupas, todos el mismo día para tener números cercanos y correr la misma suerte. Con nosotros se apuntaron también Gloria y PedroT. Este año ya al apuntarse había que pagar 4 euros, que no se recuperaban pero que te garantizaban la participación al tercer año si durante dos consecutivos no eras elegido.

El día del sorteo es el día de más nervios, "¿podré ir?". Por segundo año consecutivo me conecté a internet a la hora del sorteo para seguirlo en directo. Que ilusión cuando vi el número y vi que este año por fin tenía plaza. Preparar esta marcha podría ser la motivación que necesitaba este año para andar en bici.

Pero no fue suficiente. En invierno entre el mal tiempo y la pereza que tengo conmigo salí muy poco, batiendo mi record negativo de kilómetros. Creo que en abril por ejemplo no salí ni un sólo día.

Como no estaba para muchas alegrías mi objetivo era poco ambicioso, solamente terminar. Era la primera vez que iba a una Marcha de carretera sin conocer el terreno, la primera vez que salía con la flaca de Cantabria. Al igual que en el Soplao de carretera, no quería presionarme con tiempos, solo quería conseguir llegar a meta y ya poder tener un tiempo de referencia para los próximos años. Sólo tenía que terminar, y eso si no pasaba nada raro sabía que lo podía hacer sin problemas.

Así como he dicho que el Soplao de carretera está hecho a mi medida, la Quebrantahuesos es todo lo contrario. Pocos puertos y demasiado duros para mi, todo lo que pasa de un 8% de pendiente me mata, y en la QH hay varios km por encima del 10 %.


Y por fin llego al día. Varias horas de coche hasta Jaca donde teníamos el  hotel, y luego a Sabiñanigo a por los dorsales. Me impresionó y me gustó todo el ambientillo que había montado en torno a la QH, es algo digno de vivir por lo menos una vez, y eso que a mi las aglomeraciones de gente no me gusta.

Por allí estuvimos todos los Pupas dando una vuelta, era el tiempo que iba a estar con ellos ya que durante la carrera no les iba a ver, son todos más rápidos que yo.



Y una vez recogidos los dorsales me  hice una foto con Gloria, con la que me había compartido entrenos y compartiría viaje y hotel, tampoco coindiciría mucho con ella durante la ruta.



Por la mañana tocó madrugar para llegar con tiempo y poder aparcar el coche sin problemas. Menuda aglomeración de coches y de gente, menos mal que había bastante aparcamiento y en seguida estábamos preparando las bicis para empezar a rodar. En la salida nos colocamos en nuestro "cajón", el último, el de los lentos y los que no tenía marca acreditada para ocupar cajones previos.

 

Allí en la salida Gloria, PedroT y yo coincidimos con Jose María, una vez más para quitarse el sombrero ante él. Después del Soplao, se iba a hacer la QH y al día siguiente tenía otra cicloturista en Astillero. Casi nada.



Se dio la salida y yo intenté mantenerme con PedroT y Gloria pero me era complicado. Se rodaba muy rápido y me costaba mantener los grupos, poco a poco me iba pasando gente a la que no podía coger rueda. Lo bueno es que con tanta gente llega un momento en el que consigues meterte en un grupo en el que puedes rodar con cierta comodidad.

Lo pasé bien esos primeros kilómetros rodando en grupos grandes, en otras carreras ya desde el kilómetro inicial me quedaba practicamente sola o con grupos diminutos. Por fin comprobé como se "volaba" metida en un grupo. Y así toda contenta y volando fui hasta que vi un par de caídas "feas", recuperé mi miedo habitual y bajé a la tierra, me aparté un poco de los grupos grandes y preferí rodar con menos gente, más lenta pero más segura. En ese momento perdí ya de vista a PedroT y Gloria y fui a mi bola.

Y llegó el primer puerto: Somport. Lo subí muy tranquila. Era el puerto que por porcentajes mejor me iba, pero como era el primero era el que me tocaba como calentamiento. En este tocaba sufrir por ser el primero. Parte de la subida la hice con PedroT, más bien "persiguiendo" a PedroT que iba muy fuerte a estas alturas.
Coronamos y empezamos a bajar. Decidí no poner el chubasquero porque parecía que hacía buena temperatura, pero en seguida llegamos a una zona de niebla con temperaturas bajísimas y tuve que parar a abrigarme, menudo frío de repente.


El resto de la bajada muy bien, con gente pero sin agobios y bastante rápida para lo que es habitual en mi. Creo que es en lo que más he mejorado este año con la bici nueva, en las bajadas, bajo más rápida y con más seguridad. Además era una gozada el tener siempre grupitos con los que rodar y no tener que ir sola como en el Soplao; es lo bueno de ser tantos.


Y llegó el segundo puerto: el temido Marie Blanque. Ya había calentado, pero esos 4 kilómetros a más del 10 % me mataron. Lo subí montada, pero a velocidad caracol; los que iban andando avanzaban más que yo. Tengo que trabajar más estas subidas para próximos años. De la bajada de él ni me acuerdo.


Y llegó el tercer puerto: el Portalet. Los primeros kilómetros de cine, la hora que mejor me encontré en toda la marcha, unos porcentajes cómodos que me permitieron ir poco a poco adelantando gente. Me recordaba al Soplao de montaña, cuando a partir de las rampas duras de Monte A empiezo a carburar y a adelantar. Pero la alegría duro poco, en seguida pasé de encontrarme bien a encontrarme muy cansada y con las piernas muy pesadas, y de nuevo recuperé la velocidad lenta. Todos los que había pasado en los kilómetros previos me fueron adelantando poco a poco. Era un suplicio lo lento que pasaban los kilómetros y el ir leyendo el porcentaje medio de cada kilómetro me desmoralizaba por las altas cifras. Se me hizo eterno. No se que fue lo que me pasó, supongo que pagué el esfuerzo del Marie Blanque y el no haber cogido la bici desde el Soplao, no se puede estar tres semanas sin coger la bici antes de estas marchas.


Ya en la bajada cometí un error y fue pensar que ya no quedaba más subida. Me olvidé del cuarto puerto, el más corto del día, pero que a mi también se me hizo eterno con su segundo kilómetro al 10 %: Hoz de Jaca. Nunca más me olvidaré de él.


El resto del trayecto a meta decidí tomármelo con cierta calma, me pasaban grupos y a ratos intentaba seguirlos, pero sin esforzarme demasiado. Me daba igual tardar un poco más que menos, pero ya no quería sufrir más, quería ir cómoda, así que parte de esos kilómetros los hice sola, marcando yo mi propio ritmo.


A meta llegué bien, recuperé bien en esos kilómetros y el cansancio fue desapareciendo. Terminé en 9 horas 30 minutos, medalla de plata en mi categoría y a solo 5 minutos del oro; si lo llego a saber me hubiera "exprimido" más en esos kilómetros finales. Pero bueno, así tengo objetivo y motivación para el próximo año.

Tras terminar me encontré con Gloria que había terminado bastante antes y juntas esperamos a PedroT, al que había adelantado subiendo el Marie Blanque. Ya juntos nos hicimos la foto de rigor.



Y como no, la foto que siempre me hago al terminar estos "saraos" con mi habitual compañero de fatigas.


Tengo que decir que la QH me encantó. Me gustó el ambiente, me gustaron los puertos(aunque algunas partes se me hicieron muy duras) y me gustó rodar en grupo. Pero lo que más me impresionó fue la gente que había animando durante todo el recorrido, era como estar corriendo el Tour o la Vuelta, un montón de gente animando desde el primero hasta el último; yo pasaba a horas de los primeros y la gente no paraba de animar. Y sobre todo los vascos, que eran los más numerosos; que forma de vivir el ciclismo.

Normalmente cuando acabo algunas pruebas pienso que son muy duras y que no volveré, y al año siguiente estoy allí de nuevo. Con la QH me pasó al reves. Antes de hacerla pensaba ir sólo un año para ver como era y se acabó. Nada más cruzar la meta sin embargo, ya estaba pensando en la QH del 2013. Ahora ya tengo un tiempo que mejorar y una medalla de "oro" que ganar.

viernes, 13 de julio de 2012

FLACA: IV SOPLAO DE CARRETERA. Hecho a mi medida (02-06-2012).



TRACK GPS: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=3069334.

INFORMACIÓN BÁSICA:

- Longitud: 223 km.
- Desnivel acumulado de subida: 3881 metros.
- Dificultad: Alta debido a la gran longitud y desnivel acumulado, aunque si se está entrenado todo es poner un ritmo llevadero y echarle paciencia.


Este año por fin habían terminado las obras en la carretera de Piedrasluengas y por fin se podía hacer de nuevo el Soplao original. En mis dos participaciones anteriores se había cambiado el recorrido por Palombera y las Hoces, y esa parte final se me hacía muy pesada. Este año era al revés, lo mejor estaba en la segunda mitad, nada más y nada menos que Piedrasluengas y las tres Colladas en la segunda mitad del recorrido. Ideal para mi. Además se había quitado la subida a Gandarillas que era el tramo más dificultoso para mi y que siempre me dejaba bastante tocada. Si hay una marcha con un recorrido "a mi medida" (por decirlo de alguna manera) es este Soplao.

Pero el problema este año era yo, durante todo el invierno había salido menos que nunca en bici y me faltaba motivación. Así que decidí tomarme el Soplao con calma. Este año no había tiempo que mejorar al no valer la referencia de años pasados, con lo cual mi único objetivo era terminarlo sin sufrir, ya habría tiempo de correr en próximas ediciones. Y un objetivo tan poco ambicioso (ya he comprobado que si no pasa nada "raro" puedo terminar cualquier tipo de marcha) hizo que la motivación fuera aún menor; el próximo año necesito ponerme objetivos que sean un reto, no me vale ya lo de acabar.

Como ya he comentado en el post del Soplao de montaña, una de las mejores cosas de los Soplaos son los entrenos previos y los momentos compartidos con compañeros durante ellos. En esta ocasión, las semanas previas fui en dos ocasiones.

La primera con PedroT. Dejamos el coche en Puentenansa y subimos Piedrasluengas y las Colladas. La subida a Collada Carmona se me hizo más dura que nunca y eso que sólo llevábamos 100 km en las piernas, no quería ni pensar lo que sería el día del Soplao con ya casi 200.





El segundo test fue con otros dos "viejos" y buenos amigos, Ivi y Borroska, y uno nuevo, Oscar. No podíamos haber escogido peor día, uno de los más calurosos de todo el año, con unos 38º que hicieron que casi nos derritiéramos subiendo Collado de Hoz y a uno le costó una insolación.





Terminaron los test y llegó la hora de la verdad. Quedé con algunos de mis compañeros de club para tomar la salida juntos (faltó Manu que salía en los primeros puestos).



Mi idea era intentar hacer el Soplao con Ivi, tenía pendiente terminar un Soplao con él y quería intentar que fuera este. En los primeros kilómetros llanos intenté seguir su rueda, pero tenía bien aprendida la lección de marchas anteriores y no quería ir muy por encima de mi ritmo, así que en cuanto llegaron los primeros repechos aflojé y le dejé marchar. Ya habría tiempo de pillarle luego cuando llegara el terreno más favorable para mí, los puertos.

Hasta Piedrasluengas tenía que gastar lo menos posible, así que fui pillando pequeños grupitos para intentar no desgastarme demasiado sola. Este año si que he mejorado en llano y en cortos repechos, así que no me costaba tanto como otros años encontrar gente con la que ir. Incluso en alguna ocasión cuando daba yo el relevo tenía que bajar el ritmo para no perder a mis compañeros.

Y así sin darme cuenta y siguiendo mi objetivo de no sufrir nada de nada llegué a Piedrasluengas, lugar donde empezaba mi Soplao. Después de comer salí yo sola intentando coger al grupito con el que había llegado hasta allí y que habían salido un minuto antes que yo. Durante bastantes kilómetros les tenía a la vista y parecía que estaban allí, pero las distancias no se acortaban así que decidi pasar y seguir más o menos a mi bola. A veces iba sola y a ratos con alguno que me alcanzaba pero que luego me dejaba o le dejaba yo a él.

Justo antes de llegar a la presa me encuentro con Ivi que se había dado la vuelta, le habían llamado para trabajar y se tenía que volver antes. Otro año que no íbamos a conseguir terminar juntos. En ese momento iba sola y aburrida, así que Ivi volvió a darse la vuelta y me acompañó unos kilómetros de subida. Me vino genial, como se agradece el tener un amigo al lado para charlar un poco y despejar la cabeza. Antes de llegar a la presa se dio definitivamente la vuelta y me volví a quedar sola.

Lo más duro de Piedrasluengas estaba ya hecho en teoría, pero en esta ocasión, estos kilómetros fueron los más duros para mi. Notaba las piernas cargadísimas y en situación de pre-calambres, con lo cual no podía hacer movimientos bruscos ni levantarme de la bici. Probablemente tendría que haber parado un poco a estirar, pero me dio pereza y preferí seguir subiendo sentada muy despacito. Como ya me había pasado más veces y afortunadamente no me suele ir a más, no me preocupé demasiado. Después de lo que me pareció un mundo llegué al avituallamiento. Allí si que paré, estiré, bebí, comí y como nueva. Los problemas musculares desaparecieron y ya no volverían a aparecer en todo el día.



La bajada muy bien. Es donde más he mejorado con la nueva bici, bajo más estable y con más confianza, y por tanto más rápido.

Luego llegaría el tramo de Potes al desfiladero de la Hermida donde soplaba bastante viento. Me junto con tres chicos y hacemos todo el tramo juntos; el más fuerte hace todo el tramo tirando e incluso nos espera a los demás cuando nos quedábamos algo descolgados. Da gusto encontrar gente así, que sin conocerte de nada no le importa que vayas a rueda e incluso te espera aunque no tengas fuerzas para dar relevos. Yo con viento voy fatal así que a pesar de encontrarme bien de fuerzas era incapaz de dar un sólo relevo, ya me costaba bastante seguir el ritmo.

Al empezar a subir Collado de la Hoz me encontré con Gloria que había parado a comer y ya hicimos el resto del Soplao juntas. Cerca nuestro también fueron ya casi todo el trayecto los chicos con los que había ido en el desfiladero.

Subiendo Collado de la Hoz y el de Ozalba, no dejaba de pensar en Collada Carmona y lo que me iba a costar subirlo, así que decidí seguir reservando fuerzas.

Al final de las tres Colladas, la que más me costó subir ese día fue Ozalba, me empecé a seguir algo cansada así que para recuperar bajé todavía más el ritmo, pasando de mi ritmo tortuga habitual a ritmo caracol.

La temida subida a Collada Carmona no fue para tanto. Ya había recuperado y me encontraba bien, el cansancio desapareció y las piernas parecía que no llevaban tantos kilómetros.

El tramo recto final lo hicimos Gloria y yo solas, a buena velocidad y deseando entrar lo antes posible a meta. Al llegar a Cabezón como siempre Manti andaba por allí dando gritos de ánimos.



Terminé el Soplao en 10 horas 55 minutos, creo que un tiempo muy similar a mi primer Soplao, aunque como ya he dicho con un recorrido diferente. En estos dos años en tiempo y velocidad no he mejorado nada apenas, en lo único que he mejorado es que ahora acabo "fresca", como si no hubiera hecho nada. Algo es algo.

Y no podía faltar lo que se ha convertido ya una tradición post-Soplao, la foto con PedroT. Ya son tres años compartiendo Soplaos y este será el primero compartiendo Quebrantahuesos.


Y el diploma, que como siempre es un bonito recuerdo.





OBJETIVO SOPLAOS 2013:

Terminados ya los Soplaos 2012 este año puedo decir que si no pasa nada raro y el trabajo me lo permite volveré a "soplar" en el 2013.

Este año me he divertido en los dos y sin apenas sufrir. Pero tengo que cambiar una cosa para motivarme y "entrenar": los objetivos.

En el Soplao de montaña no me voy a poner objetivo de tiempo, no creo que se vuelvan a dar las condiciones que me permitan mejorar el tiempo del 2011, así que intentaré si cuadra hacerlo con algún amigo y disfrutar el día. Me servirá de preparación para otras marchas.

El objetivo para los próximos 3 años va a estar puesto en el Soplao de carretera. Tengo algo en mente que me gustaría llegar a conseguir algún día: el Soplao de los 315 km. La distancia no es problema, este año podría haber seguido rodando y hacer otros 100 km sin demasiada dificultad. Pero tengo el gran problema de la velocidad, tengo que conseguir ir mucho más rápido y para eso, además de entrenar, necesito perder el miedo a ir en grupo.

La media con la que suelo terminar este tipo de marchas de carretera es de unos 20 km hora. Para pasar los controles y poder optar a completar los 315 tendría que subir la media a 26 km hora; 6 km más cada hora que en bicicleta es todo un mundo.

En los casi tres años que llevo montando en bici no he mejorado nada de nada la velocidad, pero es que tampoco entreno, sólo me dedico a pasear intentando sufrir lo menos posible. En los próximos años lo quiero cambiar.

Si todo va bien y tengo salud, ganas y tiempo, voy a "entrenar" para en un plazo máximo de 3 años conseguir completar el Soplao de los 315. En el 2013 tengo que conseguir medias de 22, en el 2014 de 24 y en el 2015 de 26. ¿Imposible?, probablemente si, pero prefiero ponerme retos que me ilusionen y motiven aunque no los consiga, a pasar otro año más sin objetivos ni motivación.


martes, 26 de junio de 2012

BTT: VI Los 10.000 del SOPLAO. Objetivo: SOBREVIVIR (19-05-2012).

La falta de motivación que tengo este año hizo que no tuviera ni ilusión por el Soplao. Una de las pruebas que mejor me va y más me gusta, y estuve dudando hasta casi última hora si ir o no. El terminarla ya no es el objetivo y el mejor tiempo posible creo que ya lo hice en el 2011 cuando todas las condiciones fueron óptimas (fuerza física y mental, y tiempo meteorológico). Este año sólo tuve un motivo para apuntarme: venía Alfredo, un amigo de Toledo, y decía que quería hacer la Marcha conmigo. Con la inscripción tan a última hora me tocó un dorsal de los altos.


El Soplao no es una Marcha de un día; es una marcha de casi 6 meses (de diciembre a junio) en las que compartes buenos momentos con muchas personas que viven tu misma ilusión. Decides ir, te apuntas, entrenas, "robas" tiempo a la familia, llega el día, lo haces y durante las 2-3 semanas posteriores todavía sigues hablando de él. Eso es algo que lo hace "especial".

Este año hice pocos de los que llamo Test Pre-Soplao, que todos años comparto con mi "compi" en esto de las dos ruedas, Ivi. Solamente por lo bien que me lo paso haciendo estos Test apuntarme al Soplao me merece la pena. Y eso que uno de los Test de este año consistió en hacer 170 km un día a más de 35º, "pa habernos matao".

Mi preparación del Soplao 2012 pasará a mi historia como la más corta en kilómetros (tan sólo 100 km con la bici de montaña y 1500 con la de carretera)y en motivación. Este año ni fuerza física ni mental; y por si fuera poco la meteorología tampoco iba a ayudar.

El sábado previo al Soplao viendo las previsiones meteorológicas empezaron las primeras dudas. Eran horribles. Me empiezo a plantear que hacer si finalmente se cumplen y llueve. No he salido en todo el invierno con agua y mi capacidad de sufrimiento este año tiende a 0. Pido consejo en el Facebook y todo el mundo me dice que vaya, que lo intente.

Después de dos días comiéndome la cabeza decido ir haga como haga, por lo menos a hacer la primera mitad (la había hecho dos años antes un día de Enero con agua y frío, y no fue para tanto). Según se acerca el día las previsiones van empeorando; no sólo va a llover, sino que va a caer el diluvio universal durante todo el fin de semana, sin ningún momento de tregua. Lo ideal para estar 15 horas en bici.

Por fin llegó el viernes pre-Soplao, otra de los momentos importantes: la recogida de los dorsales. Este año no coincido con mis compañeros de Club sino que voy con Alfredo y sus amigos de Toledo, que están con toda la ilusión de "la primera vez". Después de recoger los dorsales nos vamos a tomar algo y mientras estamos en una terraza (por suerte con toldo) comienza ya a diluviar. Parece que los del tiempo no se van a equivocar.

 

De ahí a casa a preparar las cosas, dormir y madrugar. El agua trastoca mis planes, y lo que iba a ser un Soplao ligero, sin mochila y en manga corta, se convierte en un Soplao pesadísimo: térmica, maillot, manga larga, chubasquero, guantes largos, botas goretex y mochila con ropa para cambiarme en Barcena-Fuentes, luces y comida. Si el año pasado tardé casi 13 horas en condiciones óptimas, este año que nada iba a ser óptimo podría acabar de conseguirlo en 15-16 horas.

La salida este año me toco vivirla desde los últimos puestos, pasamos por el arco 20 minutos pasadas las 8. No me importaba el retraso, ya habría tiempo de recuperar en caso necesario, y al salir desde atrás menos gente me tenía que adelantar y tuve menos sensación de peligro. Aunque en el momento justo de salir no llovía pronto empezó a llover, en un principio sin demasiada intensidad, pero lo suficiente para ir poco a poco empapándolo todo.

Siempre he dicho que mi Soplao empieza en Ucieda. Tardo en calentar y esa primera parte no me va mucho, así que me la tomo con tranquilidad para reservarme para la segunda parte que es donde recupero tiempo. Este año no iba a ser menos, pero más que pensar que mi Soplao empezaba en Ucieda, pensaba que mi Soplao terminaría en Ucieda, que era el punto más lejano al que me veía capaz de llegar con agua.

Entre la salida con retraso, algún accidente y la calma con la que me lo tomé fuimos acumulando retraso y acercándonos peligrosamente de seguir así, a no llegar a los controles. Alfredo iba sobrado y esperándome así que en varias ocasiones le dije que siguiera, que íbamos mal de tiempo y yo igual de Ruente o Ucieda me volvía a Cabezón. No quiso y prefirió quedarse conmigo aunque eso supusiera no terminar.

Me hizo gracia que en un avituallamiento varios chicos me preguntaron si yo era Merchitas, "la del blog". Como soy muy despistada pensé que igual les conocía y les pregunté que quienes eran ellos, me dijeron que "fans" y me animaron a seguir con el blog (así que con él sigo, aunque con bastante retraso). Si leéis esto saludaros y espero que coincidamos otro año con mejor tiempo.

En la bajada del Soplao a Celis lo pasé fatal. La mezcla de agua, barro y sudor que se me metía en los ojos, hacía que estos no dejaran de llorar y escocer, y no pudiera ver nada. Tuve que parar en varias ocasiones para limpiarme, y a pesar de ello sólo conseguía avanzar unos metros hasta tener que parar de nuevo, con el riesgo que ello conlleva en una bajada algo peligrosa en la que te va adelantando gente. Algún tramo decidí hacerlo totalmente andando por una orilla para no ponerme en peligro yo ni a los demás.

En Celis pudimos vivir el "ambiente Soplao" en la gente de los pueblos: limpiando la bici, ofreciendo pañuelos de papel. Recuerdo especialmente una señora con un paquete de servilletas ofreciéndonos para limpiarnos la cara, que bien me vino limpiar mis ojos y las gafas.

Era la hora del tramo de carretera y la hora de empezar a plantearse si seguir y hasta donde. Primera tentación: un amigo de forocantabriamtb, Bano, ofreciéndonos su furgoneta para ir a Cabezón. Hablo con Alfredo, vamos bien de fuerzas y no estamos pasando frío así que decidimos subir Monte-A y el resto ya se verá.

Después de subir andando las rampas duras de Monte-A (nunca intento subir montada para ahorrar energía y no sobrecargar las rodillas) noto que ya he calentado, me encuentro genial así que para recuperar algo de tiempo aceleró un poco en la subida. Alfredo me sigue y vamos por la izquierda adelantando a bastante gente que luego nos adelantaría en la bajada. Esta vez si que puede bajar con cierta comodidad, sin molestias en los ojos.

 
En Ruente tocaba decidir de nuevo: retirada a Cabezón o continuar hacia Ucieda. Este es el tramo que mucha gente sensata eligió para abandonar la prueba, nosotros elegimos lo insensato.

En Ucieda paramos a comer y limpiar-engrasar la bici. Según el tiempo marcado hasta ahí las previsiones son de terminar en torno a 16 horas, una locura con ese tiempo, pero a pesar de ello tomamos la decisión de subir el Moral y arriba decidir. Ahora empezaba lo más duro del Soplao 2012, El Moral y sobre todo Fuentes y Ozcaba, podían ser un infierno en esas condiciones. Barcena sería el punto de no retorno donde tendríamos que tomar la decisión final.

Subiendo el Moral la lluvia nos dio casi el único respiro del día y durante un rato pude quitarme el chubasquero. Subíamos bien, adelantando gente y sin apenas sufrir. Según vamos ascendiendo se va echando encima la niebla, y cuando los primeros empieza a bajar adelantar se hace complicado ya que apenas se ve. En seguida nos cruzamos con Manu, un compañero de club que quedó en los primeros puestos; menuda máquina.

Según se acerca la cima empiezo a tener frío así que paro a ponerme el chubasquero. poco después hay un grupo de gente parada y se escuchan comentarios de que han suspendido la Marcha. Tras unos minutos de desconcierto y espera nos confirman por móvil que ya no dejan pasar del Moral porque las asistencias sanitarias están desbordadas atendiendo hipotermias en Fuentes. La sensación para mi es de alivio y me alegra que la organización tuviera la sensatez que a muchos nos faltó. En esas condiciones era un locura y una "irresponsabilidad" seguir, especialmente para los que íbamos a tardar 15-16 horas y nos suponía hacer la parte final de la Marcha de noche. De locos y temerarios.

Continuamos los escasos dos kilómetros que quedan hasta la cima del Moral ya tranquilos y sin adelantar, ya no había ninguna prisa ni presión por llegar al control. Una vez arriba la organización nos confirma que tenemos que volver a bajar por donde hemos subido, ya no dejan seguir a nadie. Así que comemos algo y tomamos de nuevo camino a Ucieda, cruzándonos todavía con muchísima gente que subía al Moral algunos incluso empujando la bici.

En la bajada lo vuelvo a pasar fatal por el tema de los ojos, y de nuevo tengo que bajar muy despacio, realizando varias paradas para limpiarme. Pero ya no hay prisa, pocos kilómetros nos separan de Cabezón y casi todo para abajo, aunque en esas condiciones tan adversas lo peor era bajar. Es el único momento del día en el que pasó algo de frío, voy empapada y la temperatura se nota ya más baja.


La llegada a Cabezón como todos los años super-emocionante, muchísima gente a pesar de la lluvia, animando sin parar a los que entramos y escuchando a varios conocidos gritar mi nombre.



No habíamos conseguido completar el Soplao pero nos sentíamos "triunfadores", habíamos estado casi 10 horas para hacer 100 kilómetros, pero habíamos llegado sanos y salvos, sin cansarnos, sin sufrir, sin pasar mucho frío y pasándolo genial. Había estado a punto de no participar y al final fue el Soplao en el que mejor me lo he pasado.

Y al terminar no podía faltar la foto con PedroT, con quien siempre comparto momentos muy especiales en este tipo de Marchas. Este año nos tocó a los dos estar ya vestidos de calle.

 

La organización se porto y a los que nos habían "cortado" también nos dieron diploma y nos metieron en clasificación. Un bonito recuerdo. Eso si, ya me tocó explicar a más de una amiga que no había hecho el Soplao en 9 horas, que sólo hice una parte, jejeje, que más quisiera yo, ni poniéndole motor a la Lapierre.



No creo que vuelva a repetir una Marcha tan larga, dura y de alta montaña en tan malas condiciones climáticas. Si llueve mucho, hace mucho frío o mucho calor creo que ni tomaré la salida. No me merece la pena el riesgo ni el sufrir a lo tonto; no me gano la vida con ello ni tengo que demostrar nada a nadie ni tan siquiera a mi misma. Ando en bici por diversión y el riesgo me gusta lo justo, no más. No me merece la pena arriesgarme a caerme por el agua, que me de una hipotermia o un golpe de calor si las temperaturas son extremas.

Mi objetivos en las marchas son no tener accidentes ni lesiones (el principal), divertirme y terminar (y si ya la he hecho antes mejorar tiempo). En este Soplao mi objetivo llegó a ser sobrevivir y eso ya no es divertido. No se hasta donde hubiera llegado si no se hubiera cortado la carrera, probablemente no me hubiera atrevido a seguir más allá de Barcena Mayor, pero no estoy segura, igual me hubiera arriesgado. Menos mal que para la organización el objetivo también fue la supervivencia de los participantes y el que no hubiera que lamentar males mayores.

El próximo año volveré al que será mi cuarto Soplao, y eso que parece que el primero, el de la ilusión, los lunares y la tortuga fue ayer. Parece que se van a cambiar algunos tramos del recorrido así que habrá que afrontarlo con la ilusión de ese primer año, no servirán las referencias de tiempo de años anteriores así que el objetivo volverá a ser acabar. Y si es posible con Alfredo; el Soplao tiene una deuda con nosotros y nosotros con él.


Y como punto y final al Soplao 2012 acudí al programa de radio Altamira de Tierra Verde, invitada por Pablo de la Torriente, para participar en una tertulia con otros participantes en sus diferentes modalidades. Una bonita experiencia, aunque lo de hablar en público se me de pena.